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martes, 5 de enero de 2016

EL INCIDENTE DEL PASO DYATLOV

Muchos de los acontecimientos que rodean al mundo de lo paranormal, han sido siempre un punto de referencia para la investigación de los enigmas y misterios que se desenvuelven a nuestro alrededor. Por desgracia todavía nos queda mucho por conocer.
Uno de estos acontecimientos es el incidente que tuvo lugar en el paso Dyatlov. Con dicho nombre se bautizó al camino de la montaña Jolat Siagil, en el Norte de los montes Urales (Rusia) 

El Incidente del Paso Diatlov se refiere a un suceso ocurrido el 2 de febrero de 1959 en los montes Urales, en una zona entre la República de Komi y el óblast de Sverdlovsk, en el cual nueve jóvenes excursionistas aficionados al esquí que habían acampado perdieron la vida de manera inexplicable hasta la fecha.

Igor Dyatlov (izquierda) con dos 
miembros del grupo
(Foto: Consulado Ruso-2008)

Avanzaba el día 12 de febrero de 1959, y el esperado telegrama no llegaba. Los 9 esquiadores que formaban una expedición liderada por Igor Dyatlov tenían que llegar ese día a la ciudad de Vishay y avisar a sus familiares de que estaban bien. La expedición pretendía ser un desafío, un viaje de la máxima complejidad, considerando las equipaciones disponibles en aquella época. Partiendo de Vizha y tomarían rumbo hasta el monte Gora Otorten, desde allí, 100 kilómetros más por los Urales hasta Ojkachahl Peak, y finalmente otros 150 km de vuelta hasta Vishay. La mayoría de los esquiadores eran estudiantes del instituto politécnico de Ekaterinburg.


 ero terminó el día 12 de febrero y no hubo noticias de ellos. Esperanzados con la posibilidad de que simplemente se hubiesen entretenido, o que hubiesen decidido ampliar su recorrido, los familiares esperaron unos días más, pero el día 20 acudieron a las autoridades para pedir que saliesen a buscarlos. 


El mismo día 21 empezaron el rastreo, pero no fue hasta el día 25 cuando avistaron los restos del campamento desde un avión.  Al día siguiente, un grupo llegó por tierra al lugar, y allí encontraron la tienda de campaña, emplazada en un claro en la ladera de un monte, y signos inequívocos de que algo les había asustado hasta el punto de que apresuradamente rasgaron la tienda con cuchillos desde dentro por los dos lados, y salieron a todo correr sin pararse a vestirse o calzarse. Desde la zona de acampada todavía podían distinguirse en la nieve las pisadas de los jóvenes que corrieron ladera abajo como alma que lleva el diablo en dirección a un bosque próximo.  Siguieron las huellas que se detenían cerca de un árbol al principio del bosque, a unos 1.500 metros del campamento. Allí pudieron ver los restos de una fogata, … y los dos primeros cadáveres. Se correspondían con los de Krivonischenko y Doroshenko, en ropa interior y calcetines.


 Los encontraron casi cubiertos por la nieve, las manos llenas de rasguños, causados por arrancar desesperadamente ramas del árbol para alimentar la fogata. Aparte de eso, sus cuerpos no presentaban otras heridas, por lo que su muerte debió de ser causada por la hipotermia.  Desde ese punto salían otras huellas en dirección de vuelta a la tienda. Siguieron los pasos y a unos 300 metros encontraron otro cuerpo, el de Igor Dyatlov, el líder del grupo, yaciendo de espaldas sobre la nieve. Las huellas seguían hasta un nuevo cuepo, a unos 180 metros del de Igor. Allí estaba Rustem Slobodin. Finalmente, unos 150 metros más adelante encontraron el cuerpo de Zinaida Kolmogorov. Ninguno de ellos presentaba heridas, aunque un análisis posterior del cadáver de Slobodin reveló que tenía una fractura en el cráneo de unos 17 cm, aunque no fue eso lo que le causó la muerte. Los tres murieron de hipotermia.



 El resto de los cuerpos no se encontraron hasta el 4 de mayo siguiente. Estaban en una grieta sepultados bajo 4 metros de nieve. Allí yacía Nicolas Thibeaux, mejor vestido que los demás, pero con una grave fractura craneal. Lyudmila Dubinina, con traumatismo en el tórax que había provocado la rotura de varias costillas, una de las cuales le dañó el corazón. Apareció con la cabeza hacia atrás y la boca abierta. La lengua había sido arrancada. Llevaba puestos los pantalones y zapatos de Krivonischenko. Alexander Zolotarev también con traumatismo torácico y varias costillas rotas, llevaba puesto el chubasquero de Dubinina, que presentaba rastros de radiactividad.  El último en morir fue Alexander Kolevatov, después de ver cómo fallecían el resto de sus compañeros. Su cuerpo era el único de los 4 que aparecieron en la grieta que no tenía heridas graves. Murió de hipotermia.



 Lo que ocurrió aquella noche es un misterio, ya que nadie sobrevivió para contarlo. Solo un componente de la expedición volvió con vida, Yuri Yudin, ya que el 28 de enero se sintió enfermo y decidió volver al punto de partida, a un día de camino. Eso le salvó la vida.  Este hecho trágico, es materia prima para los teóricos de la conspiración y los ufólogos. Si unimos el misterio de las muertes, con la opacidad de la investigación llevada a cabo por las autoridades soviéticas, que clasificaron la documentación, y con otros testimonios, reales o fruto del oportunismo, en los que habitantes de zonas cercanas afirmaron haber visto esa noche unas bolas luminosas de color naranja, tenemos una trama perfecta sobre aliens o seres malignos.  La historia da pie a la exageración y a la fantasía. Muchos de los datos y testimonios sobre este caso se encuentran con seguridad en este perímetro. Afirmaciones de dudosa fiabilidad son por ejemplo la que dice que la piel de los cadáveres presentaba un extraño color anaranjado, el pelo blanco, estaban envejecidos, o que originalmente aparecieron 11 cadáveres, pero dos de ellos fueron retirados a toda prisa. También se dice que en 1990, cuando el expediente se desclasificó, faltaban algunos documentos. En concreto se menciona un sobre, cuyo contenido es un misterio. El resultado de la invstigación oficial fue que los esquiadores fueron víctimas de una fuerza desconocida irresistible. La correcta traducción del ruso sería “una fuerza mayor desconocida”. Aunque se parece, no quiere decir lo mismo.



  El resultado es infinidad de páginas magufas postulando cosas extrañas sobre esta expedición. En 2010, la serie (por llamarla de una manera respetuosa) Ancient Aliens, dedicó parte de uno de sus capítulos (“Zonas del mal”) a este caso. Más recientemente, Jose Luis Camacho y Vicente Fuentes cubrieron (bastante desafortunadamente por cierto) este incidente, achacándolo, como no, a extraterestres y fuerzas malignas.  Después de leer abundante documentación sobre este tema, creo que la explicación más posible a este misterio es la que os voy a contar. No tengo ninguna prueba, simplemente el sentido común.  Era la sexta jornada de la expedición y ya solo les restaban 15 km para llegar a Gora Otorten. Se encontraban en la ladera de Kholat-Syakhl, un nombre que en mansi, la etnia local, significa la “montaña de la muerte”. La ladera tenía una ligera inclinación, y la ausencia de árboles ponía en riesgo a los montañeros en el caso de una avalancha. La alternativa era volver atrás y montar el campamento en una zona más resguardada, pero debieron de sopesar el riesgo, y lo vieron tan pequeño que se decidieron por acampar allí.




 A las 6 o las 7 de la tarde cenaron. Después de la cena, alguno de los componentes se retiró a descansar y otros se quedaron fuera. Se mostraban tan tranquilos que incluso se quitaron la ropa para dormir. Aunque en muchos sitios se dice que la temperatura era de 30 grados bajo cero, no creo que durmiesen en ropa interior si hubiesen esas temperaturas. Posiblemente rondasen los -15ºC.  Entre las 9:30 y las 11:30, ya con todos dentro de la tienda, ocurrió algo que les hizo temer por su vida hasta el punto de hacerlos salir sin detenerse siquiera a abrir la tienda. No pudo ser nada que vieran. Solo algo que oyeran: una avalancha. Pero realmente no hubo una avalancha. Entonces, ¿qué fue lo que oyeron?

Esa zona de los Urales había sido utilizada por el ejército soviético para realizar pruebas, y quizá aquella noche fue elegida para probar un nuevo modelo de avión, el Mig21F. ¿Fueron estos esquiadores víctimas de un error de interpretación? Los jóvenes corrieron ladera abajo unos 1500 metros, hasta la zona marcada en esta foto, sobre la que se ha superpuesto una foto tomada durante la investigación oficial en 1959



Llegaron abajo dispersos, y allí se reagruparon cerca de un árbol grande. Desorientado y agotados debieron de pensar que su campamento estaba sepultado por la nieve. Se encontraron semivestidos y afortunadamente alguien llevaba un mechero. Encendieron un fuego utilizando ramas del árbol que arrancaron subiéndose a el. Es posible que en uno de esos intentos de obtener leña, Rustem Slobodin se cayese y se golpease la cabeza, produciéndose una pequeña fractura en el cráneo. Pasaba el tiempo y cada vez costaba más arrancar ramas, requiriendo subir cada vez más alto a por ellas. Incluso con el fuego el frio era insoportable. Los dos primeros excursionistas murieron.   Los que llevaban menos ropa. El lider del grupo, Igot Dyatlov, posiblemente propuso volver al campamento para tratar de encontrar la tienda y recuperar mantas y ropa de abrigo. Los más valientes, Slobodin y Kolmogorov, se ofrecieron a acompañarlo. Sus cuerpos ya habían perdido mucho calor, y no aguantaron mucho hasta que desfallecieron.  El resto de esquiadores, al ver que sus tres amigos no volvían, entendieron que algo había salido mal. A la desesperada decidieron avanzar hacia el interior del bosque buscando algún lugar en en el que cobijarse. Encontraron una grieta y decidieron bajar. La terea no debió de ser tan fácil, ya que 3 de los cuatro jóvenes resbalaron y cayeron contra el suelo. Uno resultó con una fractura craneal y dos con las costillas rotas. A Lyudmila una costilla le punzó el corazón y murió rápidamente. Alexander Zolotarev le quitó a Lyudmila la chaqueta y se la puso. Esa chaqueta tenía restos de radiactividad, posiblemente contaminada en el instituto, por lo que también se encontraron restos de radiactividad sobre él. Todos ellos finalmente murieron.  La boca abierta de Lyudmila y su lengua fuera fue un reclamo para las alimañas, que se la arrancaron y se la comieron. Los cadáveres, expuestos a la luz del sol y el reflejo de la nieve se quemaron adquiriendo un tono anaranjado y con la piel desecada y envejecida. La luz del sol también decoloró el cabello a los que lo tenían más claro.  El hecho de que la causa de las muertes de estos jóvenes fuese el vuelo de prueba de un caza soviético podría ser la causa por la que el incidente hubiese sido clasificado.  Esta explicación concuerda con todas las pruebas encontradas, sin meter en escena a entidades extrañas. Puede que algo no haya ocurrido exactamente así, pero la trama principal seguro que fue esta.



Controversias que rodearon la investigación


  • Algunos investigadores afirman que algunos datos se perdieron o fueron tal vez, ignorados por los funcionarios
  • Después de los funerales, los familiares de los fallecidos afirmaron que la piel de las víctimas tenía un color marrón muy extraño.
  • En una entrevista privada, un ex oficial de la investigación dijo que su dosímetro había mostrado un elevado nivel de radiación en Kholat Syakhl, y que esta era la razón de la radiación que se encontró en los cuerpos. Sin embargo, la fuente de la contaminación no fue encontrada.
  • Un médico observó que no había 9 cadáveres, sino 11, pero los dos últimos fueron retirados sin antes saber quiénes eran, por lo que desaparecieron rápidamente.
  • Entre las cosas que se dejaron en la tienda, había un "obmotki", que es como un cinturón para las botas, y que según Yuri Yudin, no pertenecía a nadie del grupo. También había unas gafas de sol que empleaban los militares para demostrar que eran parte del ejército de la URSS, y que no llevaban los alpinistas ya que era pleno invierno.
  • Ese mismo día explotó en una fábrica de misiles cerca de la zona un spray paralizante que seguramente afectó a cuatro de los excursionistas (de ahí seguramente porqué algunos tenían índice de radiactividad).
  • Iban armados, con un fusil, tres cuchillos y un hacha, pero no llegaron a usarlos.
  • Otro grupo de excursionistas (unos 50 kilómetros al sur del incidente) informaron que habían visto extrañas esferas de color naranja en el cielo nocturno al norte, probablemente en la dirección de Kholat Syakhl, en la noche del incidente.[cita requerida] Similares "esferas "se observaron en Ivdel y áreas adyacentes continuamente durante el período de febrero a marzo de 1959, por varios testigos independientes (incluido el servicio de meteorología y los militares).
  • Algunos reportes sugieren que habían sido localizados restos de chatarra en la zona, dando lugar a especulaciones de que los militares habían utilizado la zona en secreto y podrían verse comprometidos en su encubrimiento.
  • Existe la teoría de que este incidente fue un caso de “entrega controlada”(para más detalles leer el libro "Dyatlov pass keep it's secret"), es decir, una reunión encubierta con espías extranjeros (probablemente norteamericanos) para darles información clasificada falsa. En esa época el modo utilizado por estos espías para identificar fabricas de armas nucleares era sobornando a personas de la localidad que pudieran entregarles (en puntos alejados de cualquier asentamiento) pruebas de la localización de dichas fábricas. Estas pruebas consistían en la entrega por parte de la persona sobornada de alguna prenda contaminada radiactivamente además de la localización. Pero este método con el tiempo fue descubierto por la KGB y desde entonces se crearon las entregas controladas.
  • Como datos adicionales: -Cuando espías extranjeros elegían un lugar para la entrega, lanzaban primero desde el avión sondas que iluminaban el terreno antes de su propio lanzamiento. De esta manera podían detectar cualquier posible trampa además de cubrir el descenso de los paracaídas, ya que la luz de la sonda dejaría en sombras todo lo que estuviera sobre ellas cayendo. Esta sonda también cumplía la tarea de indicar el punto de encuentro con sus informantes. -Kolevatov trabajó durante los años 1953 – 1956 en una de las instalaciones de investigación secreta más importantes de la Unión Soviética (creada como parte del “Proyecto uranio”).

El cuerpo de Slobodin en la morgue.






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