domingo, 5 de marzo de 2017
Ansiedad
Intentaba dormir mientras me removía en la cama, el corazón pesado, la respiración agitada y pensaba que dormido estaría mejor, ¿por qué no me calmo? Tengo sueño, quiero dormir pacíficamente. Me doy vuelta, luego otra vuelta y empiezo a despertar poco a poco. Veo al reloj. Son las 7:30. ¿Pero cómo, si me fui a dormir a las cuatro?
Recordé que llegué algo alegre, tumbé algunas cosas, pero estaba bien. Pase a recordar aquel bar, mucho Rock n`Roll, muchas personas agradables, pero la atmósfera era pesada. Intenté dormir otra vez, pero no lo conseguí. Me empezó a dar frío, mucho frío y los pensamientos de culpa no se iban de mi mente. Pensaba que después tendría que arreglarme para viajar, pero no me sentía bien. ¿Cómo salir de aquella cama si no me siento bien?
El corazón acelerado, frio, náuseas y dolor de estómago. Decidí levantarme y tomar un baño. Durante el baño, sentía la ducha caliente intentando calmarme. Intentaba convencerme de que la ducha me calmaría. El corazón pesado, jadeos y la cabeza a punto de reventarme.
Entonces empezó la culpa: no has hecho nada de provecho con tu vida hasta hoy. ¿Quién eres? ¿Hasta cuándo tendrás una vida mejor? ¿Por qué no puedes levantarte temprano e ir a caminar como lo hacen las otras personas? Estás solo, lejos de todo y de todos. ¿Quiénes son tus amigos? ¿Qué haces en este mundo? ¿Cuántos años tienes? ¿Qué creías que estarías haciendo a esta edad? ¿Dónde vives? ¿Qué tienes? ¿Qué vas a hacer hoy? ¿A dónde quieres ir? ¿Por qué no estudias más? ¿Por qué fuiste a beber a la barra libre ayer?
¿Por qué condenarse por haber bebido en la barra libre ayer si hay personas que beben botellas enteras de vino o vodka y no sienten culpa después?
¿Por qué todos reían menos tú?
¿Cómo querías que fuera tu vida?
¿Por qué nada de lo que haces tiene naturalidad?
¿Por qué no tienes un sentido de pertenencia?
¿Por qué sueñas con cosas tan inalcanzables?
¿Y si hubieras elegido otro camino?
¿Cómo será el futuro?
¿Esta tortura psicológica se terminará algún día?
¿Hasta cuándo podré darme cuenta de lo que valgo y seguir con confianza?
¿Confianza? ¿Qué significa?
Esta ciudad está en caos. Tardaré siglos en llegar a algún lugar. Todo está caro. ¿Cuándo tendré un hogar propio?
Estoy lejos de todos los que conozco. No, ¡espera! Tengo amigos cercanos.
¿Amigos?
¿Qué amigos?
No me siento con ganas de llamarlos para salir.
Siempre salgo sin hacer lo que realmente me gusta.
¿Qué me gusta?
Pocas cosas me gustan en mi vida. La danza, películas, momentos raros, abrazos raros, playas raras, sentimientos de pertenencia raros.
¿Por qué todos logran divertirse con cosas banales pero yo no?
¿Por qué no pertenezco?
¿A dónde pertenezco?
Quiero vivir, soñar, volar pero, ¿a dónde?
¿Tendría el valor de volar?
Tengo miedo, mucho miedo.
Quiero conquistar el mundo.
¿Qué mundo?
¿Tendré la habilidad para dominar este mundo?
¿Acaso tomé las decisiones que me trajeron cordura?
¿O será que elegí el camino más tortuoso?
¿Si hubiera elegido el camino más fácil, sería feliz, sin intrigarme tanto?
Oh, cuantas preguntas…
La ignorancia realmente es una bendición…
¿Acaso todos son como yo?
Tengo miedo de salir de casa.
¿Qué lugar es este?
¿Pertenezco aquí?
Mi estómago aún rechaza la idea de comida, mi corazón no se desacelera.
¿Debería tomar un calmante?
¿Pero si tomo el calmante y no me relajo?
¿Y si solo me puedo relajar con calmantes en el futuro?
¿Cómo haré frente a los problemas más grandes en la vida si no puedo enfrentar las pequeñas presiones de hoy?
¿Pequeñas presiones?
¿Son pequeñas presiones el intentar crear una identidad en este mundo lleno de personas mejores que yo?
Autoestima…
¿Por qué creo que estas personas son mejores?
Deberías trabajar con la autoestima…
Cansado. Estoy cansado de pensar tanto.
Me gustaría relajarme y ser un ignorante.
Quisiera no querer saberlo todo.
Quisiera tener esa misma sonrisa leve de las personas en la calle.
¿Cómo son sus vidas?
¿Están completas?
¿O acaso son inútiles queriendo comprar la felicidad yendo de compras?
Ignorantes, felices todos los ignorantes.
¿Me estoy enfermando?
¿Por qué no me siento bien?
Necesito terapia…
La terapia es muy cara. ¡Por Dios! Nada tiene solución.
¿Dónde estará la felicidad dentro de mí?
¿Seré feliz cuando llegue a viejo?
¿Cuándo ya haya vivido todo lo que tenía que vivir, cómo será mi vida? ¿Sin miedo a lo que será el futuro ni a lo que habría sido?
¡Ah, sí!, mis nietos y yo en un jardín al fondo de la casa… ahí si me relajaría.
Mi pareja ya estaría vieja y asexuada, no tendría que preocuparme por fidelidades…
¡Ah!, el sentido de una familia feliz… ¿cuándo fue que lo perdí?
¿Dónde estará aquella vida feliz de las princesas de Disney?
¿Existirá una princesa?
Ya no se puede confiar en nadie.
Las personas siempre defraudan. Dicen cosas para ganar tu atención y después se comportan como aquello que tanto criticaban… las personas son débiles. Están enfermas. No tienen valores. ¿A quién admirar? No hay nadie. ¿Cuándo me convertí en una persona tan realista? ¿A dónde se fueron mis sueños? ¿La vida tendrá algún sentido? ¿O nosotros le damos ese sentido? ¿Qué será del mañana? ¿Y ahora? Debería estar viviendo el presente.
Todavía estoy en este baño y estoy cansado, cansado de pensar, cansado de sufrir. Quiero ser ligero. Quiero ser libre. Quiero morir. ¿Habrá libertad en el cielo? ¿La iglesia creó el cielo? ¿Qué hay después de la vida? No, ya no quiero morir, quiero encontrar la felicidad aquí. Estoy cansado de pensar. Voy a poner algo de música. Y así los pensamientos se desvanecen en el modo automático de la vida, donde todos los ignorantes viven. Oh don incoherente de pensar y cuestionarlo todo. Oh don causador de toda esta necesidad de controlarlo todo. Oh maldita necesidad de acelerar las cosas y controlar aquello que no puedo. Oh vida…
Salí del baño, intentaba ver el mundo como algo a lo que pertenezco y empezaba a arreglar mis cosas para viajar. Al poco tiempo el corazón se fue desacelerando. La crisis de ansiedad pasando… y el cuerpo se tranquilizaba. Y la búsqueda por un día de paz comenzaba… las lágrimas y las oraciones de alguien que tal vez me estuviera viendo invadieron mi pecho y la paz fue entrando. ¿Cómo mantener esta paz? Ya no lo sé, después de todo, ¿de qué me sirve pensar tanto? Activaba el modo automático y soñaba con una vida tranquila en un balcón, una hamaca y una taza de café. Oh no, esta vez no, mejor té, porque el café promueve la ansiedad.
Señores, esto fue el viaje a la mente de un ansioso.
Es importante notar que este es un problema que aqueja cada vez más a la sociedad actual. Estamos desarrollándonos en un mundo competitivo y bajo muchas presiones. Muchos hemos despertado con taquicardia, respiración pesada y miedo. Miedo a cómo será el futuro. Miedo de si la persona que está a nuestro lado realmente está con nosotros, miedo de vivir. Ese miedo a vivir nos enclaustra en un vaivén de pensamientos autodestructivos que necesitan buscarse de origen y tratarse. Debemos tener un punto de equilibrio y este punto tiene que ser inamovible.
Nos regocijamos en las oraciones, en la fe, en los tratamientos y en la creación de pensamientos positivos. Somos la sociedad de la locura. Dos remedios para dormir y dos remedios para despertar. Somos robots. Somos marionetas de un sistema que quiere absorber todo lo que tenemos. No permitamos seguir construyendo esa sociedad agitada. Mantengamos nuestros propios ritmos.
La ansiedad es normal, pero cuando pasa cierto punto, se debe investigar la causa y buscar una solución. Pensar demasiado puede conducir a un cuadro de demencia y pérdida de control sobre los pensamientos, que puede resultar en un síndrome de pánico, ataques violentos y hasta suicidio. Necesitamos escapar un poco de este modo de vida. La ansiedad no es esa tontería de querer que alguien responda rápido a un mensaje. No es solo morderse las uñas. Es temblar, perder el control y cuestionarse si aún estamos sanos. Si aún somos dueños de nuestras elecciones. No hay que hacer de un problema de la sociedad actual algo tan banal.
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