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jueves, 10 de julio de 2014

Aquella Cosa del Bosque.- Att: Lord of Nether

Yo era, una persona que practicaba en lo deportivo, desde correr hasta natación, un día decidí auto superarme para esto yo iba a escalar una montaña, antes solamente me subía a los muros especializados para escalar, pero ahora escalaria una montaña en las cercanías de un pequeño bosque.

Tuve que equiparme adecuada mente para ir hacia ese lugar, un equipo de escalar y uno para acampar, a lo mismo que estar atento por si es que nieva en esta temporada de frio.

Rumbo a aquella montaña el camino se volvía básicamente imposible de transitar, al menos en un vehículo, ignorando algunas advertencias a las cuales hice caso omiso.

 Decidí bajarme del auto dejándolo cercas de un árbol que se veía peculiarmente más alto que los demás.

Una vez que yo ya me había adentrado en el bosque, cada vez y más de una manera exponencial, encontré una superficie algo extensa en donde podría acampar y que estaba atardeciendo, algo que primero debía conseguir es algo de manera, para alimentar la fogata.

Tras caminar por los alrededores logre visualizar algunas ramas bajas y poco frondosas, eran débiles así que simplemente las arranque.

Podía ver un ciervo este me miraba de manera muy peculiar, este solo me veía, sentía un ambiente pesado, algo agobiante, triste, el ciervo termino yéndose lentamente.

Tal vez el podía sentir que algo estaba mal, yo sentí una especie de respiración húmeda y caliente en la parte trasera de el cuello, esto se juntaba con la una especie de agobio, algo si como si me observaran desde cerca pero lejos, tenía unos cuantos escalofríos.

Despues todo se volvió a la normalidad, pero aun si se escucharon algunos pasos, tal vez de algún otro animal.

Volviendo hasta el hacer donde ya estaba puesto mi campamento, note que había un ciervo curioseando entre mis cosas, o posiblemente era el mismo de ya hace rato, una vez que me acerque, el levanto la mirada hacia mí, este se veía algo extraño al triste y este empezó a irse lentamente.

Es entonces que aquel ambiente tan triste volvió, pero esta vez este venía acompañado de algo, una cosa que me repisaba en el cuello, una vez que avance un poco y voltee en donde se encontraba, era una cosa, algo simplemente horrible.

Tenía una cabeza algo parecida a un perro... Muy lanudo, con un hocico muy alargado, chorreante de baba... tenía una nariz puntiaguda, y su hocico tenía unos dientes que eran salidos y espantosamente también era alargados.

Pero aquella cosa podría parecerse a un perro en el cráneo, pero eso era similar a un oso en el resto de cuerpo, exceptuando las patas delanteras.

Era bastante grande y peludo, el torso y las patas eran monstruosas, pero las patas delanteras se asemejaban a unas manos con unas garras o uñas espantosamente largas y abominables.

Aquella cosa era abrió la boca y produjo sonidos terriblemente ruidosos y aparte acompañados de algunos sonidos similares a lo que podría escucharse un sonido húmedo y grotesco.
Aquella cosa del bosque se movió hacia a mí, no lo dude un instante y corrí con todo lo que podía, pero él no se preocupaba de perseguirme el solo me seguía lentamente mientras me observaba.
Una vez que entre al auto decidir huir pero la presencia de esa cosa parecía haberse quedado con migo, pareciese que aunque me alejaba del bosque esta no se apartaba de mi.

No importase que tanto me fuera el aparen te mente me seguía, aun cuando yo vivía alejado, podía sentir que Aquella cosa me estaba siguiendo por su presencia, que era un sentimiento de agobio, desesperación, impotencia, pánico, y una aparente falta de respirar.
Y Aquella cosa del bosque no se alejaba de mí, como si me estuviese acosando aun lo puedo o lo escucho, por las noches, también no quiero volver a salir.




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