conocí, tranquilo y dulce, por el cual me enamore de ti.
Quiero que sepas que eres lo mejor que me ha pasado; y doy gracias que en esta vida tuve el gusto de coincidir contigo, que fue el honor mas grande que Dios me concedió, al haber caminado por aquel pasillo donde al final me esperabas tú. Yo vestida de blanco como en un cuento azul. Y ya frente a él jure quererte con el alma y el corazón, y en aquel "acepto" se fundió nuestro amor.
Paso poco tiempo antes de la llegada de Ana, aún recuerdo tu mirada cuando te dije serías papá, temeroso al principio, pero siempre feliz. Cuando la tomaste en tus brazos supe quien eras tú en realidad, pues juntos formábamos una parte y con ella un total.
Debo confesar que secretamente me sentí celosa que fuera "papá" su primera palabra, pero sabía que sería la mejor que podía aprender ya que tu nunca la dejarías sola. Solías decirme que esa era tu función, tratarla como princesa, hasta que ella encuentre un hombre que la quisiera y la hiciera sentir como reina, para entonces ser tú quien le entregue del brazo, y lleno de orgullo decir que das el tesoro mas grande de tu vida. Ana es a la única que jamás podrías mentirle, pues le enseñarías el valor de la verdad, para hacerla siempre honesta y fiel a lo que siente su corazón.
Tiempos duros vinieron y justo cuando la vida parecía mas difícil, llego la noticia de un nuevo bebe. Sin dudarlo ni un segundo pusimos tu nombre en él, es tan pequeño y parecido a ti, que es imposible evitar la comparación. Debo confesarte que me enamore, como jamás imagine poder amar después de ti. Y ya en mis sueños lo imagino grande y fuerte llevándome del brazo, y sabiendo que tu esencia de hombre bueno vive en el.
Pero me aferro al consuelo de saber que se quedan contigo, que cuando mi mano les haga falta será la tuya la que los sostenga, se que podrás con esto mi amor, me lo dice el corazón. Cuando mires que Ana llora por primera vez, no digas nada, solo abrázala, es lo que una mujer necesita, entra a su cuarto cuando este dormida, y arropa sus sueños con el cobijo de tu cariño. Llena de esperanza su destino y hazle saber que mamá siempre la ha querido, y que no importa donde este, yo siempre voy a cuidar de ella. Dile que tengo fé en que será feliz, y que logrará cualquier meta que se proponga, tiene tu fuerza de voluntad y mi manera de soñar. Aún no sabe si quiere ser Veterinaria o Doctora, tu dale tiempo que algún día será una gran mujer. Y dale el beso mas grande cuando pienses en mi, como el beso que ya no voy a poder darle.
Cuida mucho a Roberto, es un niño travieso, tiene la juventud en los ojos, y la vivacidad en sus piernas, a veces creo que correrá mucho en la vida, solo ten cuidado de estar ahí cuando caiga, para recordare que la caída es solo parte de la meta. Lo imagino como Ingeniero o Compositor, aunque tiene temple de boxeador y hasta puede que mañana se decida jugar al fútbol. Enséñale a ser un hombre honesto como lo eres tú, que cuando encuentre una flor entienda que al cortarla la muerte viene a continuación. Deja que se enamore, que viva y que nunca deje de soñar, no pelees con él, algún día tendrá tus años y creerá que es mas sabio que tú, dale paso y déjalo crecer, solo recuerda que alguna vez fuiste como él.
Es triste decir adiós, pero escribo esta carta antes de que sea demasiado tarde, no quiero irme sin despedirme ni decirte por última vez lo mucho que te amo. Sabes que he sido fuerte y he peleado por quedarme, pero el cáncer es algo mas fuerte que yo misma, y se que pronto habrá de vencerme. Pero me voy con el alma llena, se que he vivido feliz y dichosa, se que ame y fui amada, no quiero irme enojada, solo quiero encontrar la paz.
Cuando sientas que flaqueas y la nostalgia te hace presa de mi ausencia, mira los ojos de Ana, son tan iguales a los míos que podrás verme cuando la mires a ella, y toma la mano de Roberto cuando quieras salir del camino, y recuerda como sostenías la mía el día que me hice tu esposa. Me voy pero te dejo lo mejor de mi, y a ellos les dejo al mejor guardián.
Pronto habrá de amanecer y tu de despertar, no quiero que mires llorando ahora que es el final, déjame quedarme en tu memoria con una sonrisa, con aquella mirada, con aquel palpitar. Perdóname si adelanto las cosas pero no quiero que te quedes una noche mas en este hospital, los niños te necesitan y yo ya quiero dormir en paz.
Te dejo un beso mi ángel y un hasta siempre, cuida de los niños diles que los amo... perdóname y procura ser feliz.
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