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martes, 25 de agosto de 2015

Sirena


 No sé cuánto tiempo ha pasado, la angustia se trasforma en desesperación y en llanto de unas lagrimas ya secas.

"¿Por qué lloras?"- me pregunto un avecilla.

"Porque no se el camino de regreso, extraño a mi familia, quiero regresar y decirles que estoy bien"

"Solo tienes que buscar tu luz"- dijo cantando alegremente.

"La he perdido"– le dije, mi lagrimas no paraban de caer.

"Lo encontraras cuando entiendas que tienes que dejar este mundo."

"No me dejes." le rogué... aun así la pequeña avecilla se fue volando. De nuevo estaba sola, atrapada en un mundo sin fin.

......

Ya no puedo cerrar los ojos, el mar, el sol que enceguece, la hermosa luna, ya no es nada. Siempre me pregunte desde que estoy aquí hay algo que olvide… Algo muy importante. Madre, padre…hermano... lo quiero más que nada en el mundo. Me acerque en la orilla del mar… perdóneme, no me pude despedir de ustedes...

Mis lagrimas cayeron y se fundieron “te perdonamos, puedes seguir en paz” eran las voces de las nuevas luces... Este mundo es solo un reflejo, tengo que alcanzar las luces y recordar... Mi corazón latía  con mucha fuerza, tome el último impulso y salte hacia la luz... Por fin vería la luz del amanecer... por fin saldría del agua hacia la verdadera luz del amanecer

Y recordar que yo ya estaba muerta...

1 comentario :

  1. Me encanto el escrito,recorde mi adolecencia, lo sólo que pude llegar a sentirme, hasta hace poco que mis ojos dejaron de estar mirando el ayer y una criatura de hermoso rostro y calidas manos me enseñaron una luz infinita que jamas se apaga...

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