Recordar, olvidar…

Acabo de abrir los ojos. Veo alrededor y puedo ver pantallas, miles de pantallas. Estoy sentado sobre una silla. Lo único notable en mi bata blanca, además de la sangre, era aquella enorme esvástica. También estaba en los monitores. Volví a echar un vistazo a mí alrededor y no pude ver a nadie. Mi voz hacía eco como si estuviera en completa soledad. Intenté levantarme, pero un casco sobre mi cabeza me lo impidió. De este casco salía un cable que estaba conectado a una computadora a mi derecha.

De la computadora salía otro cable conectado a un control en mis manos. El control tenía dos botones. En un botón se podía leer “Recordar” y en el otro “Olvidar”. No tenía recuerdo alguno, ni siquiera sabía quién era. Rápidamente presioné “Recordar”. Pude sentir todos los recuerdos, cada momento siendo reintroducido en mi mente.
Todo de una sola vez. Mis ojos descontrolados se movían a todas partes mientras cada segundo de mi vida pasaba por ellos a alta velocidad. En aquel momento recordé todas las atrocidades que había cometido. Y, principalmente, por qué estaba en ese lugar. Tenía miedo de que hubiera algo después de la muerte. El solo hecho de recordar eso fue un tormento para mi alma. Apenar recordé lo que sucedió después de morir apreté el botón de “Olvidar”.

Acabo de abrir los ojos. Veo al alrededor y puedo ver pantallas…