1. El jinete sin cabeza.
Una de las leyendas más antiguas
que sido conservada por generaciones de todo el mundo es la del llamado “Jinete
sin cabeza”, un hombre que por las noches, recorre en su caballo las calles de
pequeñas ciudades y pueblos, asustando a todo aquel que lo veía, pues se
trataba de un hombre que increíblemente cabalgaba por ahí, sin tener cabeza.
El hecho real relacionado al “Jinete sin cabeza” ocurrió en
agosto de 2011, en una ciudad llamada Yorktown, en el estado de Virginia. Un
hombre de 46 años atravesaba por una depresión debido a que se estaba separando
de su esposa. Quería acabar con su vida, así que decidió prenderle fuego a su
camioneta.
Los bomberos llegaron de inmediato a controlar el siniestro
y se dieron cuenta que el señor se negaba a dejar el vehículo en llamas;
además, tenía atado al cuello un cable que estaba amarrado a un árbol, por lo
que si aceleraba, el resultado sería mortal.
En efecto, el hombre pisó el acelerador y por la fuerza,
terminó decapitándose. El automóvil continuó rodando sin control varios metros
más, hasta que finalmente se detuvo frente a la casa de uno de los vecinos del
lugar.
2. Enterrado vivo
. Esta es una de las historias que más se
cuentan alrededor de las fogatas e incluso se ha llevado al cine, pues el
pensar que alguien por error fue dado por muerto y ahora se encuentra varios
metros bajo tierra buscando desesperadamente salir, sin que nadie pueda
auxiliarlo, es algo que pone los pelos de punta de cualquiera.
Resulta que hace poco en Polonia se tuvo conocimiento de una
historia similar. Un joven llamado Marcin Kasprzak estaba cansado de su
relación con su novia, por lo que decidió ponerle punto final de forma trágica.
Marcin, junto con un amigo, amordazaron a Michelina
Lewandowska; le disparó con una pistola y creyendo que estaba muerta, la ocultó
dentro de una caja vieja de televisión, la cual enterró en lo más profundo de
un bosque.
Minutos después, Michelina volvió en sí y al percatarse de
la situación en la que se encontraba, utilizó el anillo de compromiso que le
había dado Kasprzak para cortar los cordones con los que había sido maniatada.
Como pudo, logró hacer un agujero y terminó por salir de entre la tierra.
Ahora, el joven de 25 años enfrenta cargos judiciales por intento de asesinato.