Le apodaban PELIRROJA por su larga y hermosa melena roja, a pesar de que ella era una persona muy humilde era envidiada por las mujeres más poderosas de dinero, la simple hermosura que ella mostraba y el carisma y la simpatía llegaba a lograr conseguir con los caballeros mas orgullosos a la palma de su mano, las mujeres de aquel pueblo donde vivía no la toleraban, las personas del pueblo la odiaban por los simples chismes y rumores que las personas que le envidiaban decían a los demás, la acusaban de bruja por su hermosura, burlona por dar de comer a los más necesitados, desde pequeña los niños siempre la maltrataban, a pesar de ello solo un chico fue su amigo desde pequeños, cuando ella era más grande, el era su único acompañante, ella toda las noches lloraba cada noche en su casa, deseando que la pesadilla que ella vivía se terminara, ella vivía sola, siempre imploraba por sus padres que la protegieran a ella y a su prometido que era el único que desde pequeño a acompaño y la protegió , ella pensaba que si ella se fuera lejos con su prometido seria la mujer más feliz del mundo, ella siempre dio el 100% de cariño y fidelidad, sinceridad ante todo y las ganas de querer formar una familia con el, en esa noche ella decidió ir a la casa del bosque donde vivía su prometido. Ella caminando en la madrugada pensaba como seria la vida con él y con sus hijos, con esperanza de verlo decidió correr rápido para estar en los brazos de aquel caballero que la trato bien, llegando a su casa noto que una vela estaba encendida en el cuarto de su prometido, ella pensó que tal vez el seguía despierto o escribiendo algún poema, grave error de ella al querer visitarlo, se asomo en la ventana de la sala de aquel apuesto caballero y vio que el tenia una bebé en sus brazos y una mujer sonriente alado de él. Era una de las envidiosas que le tenían odio hacia PELIRROJA, con sus ojos lagrimosos y con mucho coraje espero a que aquella mujer saliera de la casa, una vez que ella había salido con el bebé entre brazos, decidió seguirla hasta la mitad del bosque para matarla, caminando con mucho coraje tomo una piedra y le pego cobardemente en la espala, PELIRROJA gritando de la desesperación le preguntó que era ella de su prometido, ella respondió con mucho temor y dolor, Es mi futuro esposo y en un mes el y yo nos casaremos, llorando PELIRROJA decidió pegarle con la piedra el rostro hasta matarla salvajemente, cuando ella la asesino decidió llevarse al bebé y lo aventó al rio que estaba cerca del pueblo, muy triste decidió ir a la montaña donde se iba a ir a resguardar, la agonía que ella
sentía por la traición de aquella persona que desde pequeño estuvo con ella, decidió irse del pueblo al atardecer, en la cueva donde se resguardo decidió dormir para poder tener energías para poder huir de aquel lugar donde nunca fue aceptada. Gran error de ella, a la mañana siguiente un cazador del pueblo encontró a la mujer muerta y un pescador al bebe que PELIRROJA había aventado al rio, todas las personas del pueblo asombrados por los hechos sucedidos, el rey del pueblo mando a los verdugos a checar casa por casa quien era la persona que había huido o los tener rastros de sangre, buscaron y buscaron pero dieron con la conclusión de que PELIRROJA faltaba, los verdugos sabían que ella y aquella mujer que la encontraron muerta nunca se llevaron bien, siempre había conflictos en la plaza del pueblo, buscaron por todo el pueblo a ella pero nunca la encontraron así que fueron con la persona que a ella siempre la apoyo, tocaron la puerta de la casa de aquel caballero, con furia los verdugos destrozaron la puerta y buscaron a ella, al preguntarle aquel caballero donde estaba ella le contesto que no sabía de su paradero, los verdugos llevaron aquel caballero a la plaza para su sacrificio por cómplice de ella, siguieron buscando y no hubo otro lugar que buscar en el monte, los verdugos dieron el paradero de ella en la boca de la cueva, ella estaba durmiendo con el vestido manchado de sangre, encadenada de las manos la llevaron a la plaza del pueblo para su juicio, el pueblo entero dio el veredicto de decapitarla junto aquel caballero por la conspiración del asesinato de aquella mujer. Dio la hora en que iban a ser decapitados, cada uno colocado debajo de un hacha. Los verdugos en un lado de cada uno, para dejar caer las hachas sobre sus cuellos. la última palabra de aquel caballero fue. PERDONAME, el verdugo, tomó fuerza y dejó caer el hacha en su cuello, decapitan al inocente caballero. Ella con odio y llorando, sus últimas palabras fueron se arrepentirán todos por todo el sufrimiento que me hicieron pasar. el segundo verdugo decapita a PELIRROJA, esa misma noche un profeta advirtió al rey que se acercaba el miedo y la pérdida de la armonía del pueblo, muertes de personas poderosas y el derrumbamiento de la realeza se aproximaba, el rey riendo con los verdugos solamente le dijo que se largara o que también lo matarían . Todo el pueblo contento por el juicio que les dieron a los 2 pero no acabo todo, al paso un mes en la plaza del pueblo se encontró la cabeza del rey sin ojos y los 2 verdugos fueron encontrados en la casa donde sacaron al caballero, se encontró ahorcado al primogénito del rey y descuartizada la reina el pueblo entero era asechado por el espíritu de PELIRROJA las personas no dormían tranquilos, la muerte de los primogénitos de cada familia era inevitable. El profeta fallece de un paro cardiaco dejando una carta con un poema sobre su cama sobre, sufrimiento que ella pasó durante su vida. Hasta la fecha PELIRROJA no deja de aparecerse en ese pueblo y se dice que todas las noches en el bosque se escuchan los lamentos de ella, su espíritu pena por el bosque y solamente se desaparece en aquella casa abandonada donde vivía su prometido.
Carta escrita por el profeta:
Su cabello rojo como las llamas del infierno y sus ojos negros vacios de toda vida y humanidad, su rostro pálido blanco de muerte y traición
traición de amor, él le había prometido que siempre la amaría, que siempre estaría a su lado, que la necesitaba para vivir tanto o más que al aire.
Pero su boca llena de promesas era solo la entrada al aljibe lleno de maldad que era su corazón y su alma.
Un día, un hermoso día de verano la llevo con promesas y una dulzura a la que estaba acostumbrada, a ese lugar en donde él le pediría eso que ella tanto anhelaba,
le pediría compartir tal vez el resto de la vida, la tomo de la mano y mientras ella flotaba en mentiras de amor y en esperanzas de compartir la eternidad, él
le enterró un cuchillo en el corazón, con fuerza y odio lo partió a la mitad, ella se desvanecía, dejaba la vida, y ya casi en el otro mundo vio el odio y la maldad en los ojos de el, esos ojos endemoniados llenos del mismo infierno ,los mismos ojos que ahora llevara por toda la eternidad.
Exeter Inglaterra.
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