En la cárcel Croix aprendió todos los secretos del envenenamiento. Dichos secretos fueron compartidos con Marie al salir de la cárcel. De él aprendió el oficio de envenenamiento. Quien le suministraba la materia prima era Cristophe Glaser descubridor del sulfato de potasa, boticario del rey y autor de varias obras como “Tratado de química“.
El hecho de que su padre metiera a su amante en la cárcel, provocó en ella un odio desmedido. La idea de ver a su padre vivo le daba asco y por tanto empezó a maquinar una estrategia para poder asesinarlo mediante el envenenamiento. Primero comenzó a ensayar administrando veneno en la comida de sus sirvientes. Posterioemente, comenzó a realizar obras benéficas para los pobres, haciendo donaciones de galletas, dulces y vino, alimentos que eran recibidos con las manos abiertas. Nadie sabía el veneno que contenía. Cuando dio por fin con la fórmula que estaba buscando, una mezcla de sustancias químicas, donde destacaba el arsénico, dio el siguiente paso, envenenar a su padre. Le suministró el veneno durante ocho meses en pequeñas dosis en las comidas, hasta que finalmente murió en 1666.
Ilustración de la marquesa envenenando a su padre.
A todo esto, aunque Marie tenía numerosos amantes, seguía obsesionada con Sainte Criox. Éste harto de la persecución de Marie Madeleine le suministró arsénico, veneno que pudo eliminar bebiendo cantidades enormes de leche. Su marido seguía bajo el mismo techo, soportanto las locuras de esposa. Incluso Marie lo envenenaba periódicamente para poder casarse con Sainte Croix, pero éste como no quería saber nada de aquella idea, le suministraba antídotos a su amigo y esposo de su amante.
Tiempo después Croix murió a causa de un accidente en su laboratorio. Cuando registraron sus pertenencias, hallaron una carta donde confesaba sus crímenes y culpaba a Marie Madeleine de muchos otros. Al enterarse de lo sucedido, la marquesa de Brinvilliers huyó hacia Inglaterra, luego a Países Bajos y luego regresó a Francia momento en que fue arrestada y metida en la cárcel. Marie se negó a confesar e incluso intentó suicidarse ingiriendo cristales, pero no lo consiguió.
Ilustración que muestra a la marquesa de Brinvilliers siendo torturada por sus crímenes
No hay comentarios. :
Publicar un comentario