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miércoles, 20 de noviembre de 2013

El arlequin


Nota: si logran encontrar este escrito, se darán cuenta de todo lo que me sucedió, todo por mi gran curiosidad, como ultimo deseo antes de iniciar con la narración les pido que no lo intenten, ¡NO LO INTENTEN POR LO QUE MAS AMAN¡¡¡
Todo comenzó el día de mi cumpleaños (para ser exacto el 31 de julio de 1921), ese día la había disfrutado mucho, ya que toda mi familia llego a mi casa a visitarme por el mismo motivo, mi tío Antonio (él era mi tío favorito de todos), él le pidió permiso a mis padres de poder llevarme al parque que se encontraba a dos cuadras de mi casa. Mis padres tardaron mucho en responderle a mi tío Antonio, incluso me habían dicho que saliera del cuarto, ¿Por qué?, no lo se, lo único que puedo asegurar es que Antonio salió del comedor (es el “cuarto que ya había mencionado), salió con una expresión de angustia y felicidad, la expresión de felicidad es mas que clara, ya que si le dieron el permiso mis padres de llevarme al parque, pero ahora comprendo porque la angustia, de haberlo sabido no hubiera cometido tal estupidez, pero el “hubiera” no existe…
Una vez en el parque mientras me columpiaba en un columpio (es muy obvio eso), logre ver una casa abandonada, la miré con rareza, ya que había ido a aquel parque desde los 3 años (hace 10 años), y nunca me di cuenta de aquel edificio con fachada tétrica y fúnebre. Antes de partir del parque le pregunte a Antonio que era o que había sido en aquel lugar, por lo que me respondió: “esa es una antigua casa donde vivía un arlequín”; yo me quede extrañado de ese comentario, incluso le pregunte a mi tío que si eran ciertas las historias que se cuentan de ese lugar, a lo cual yo procedí a contarle la historia: “ya que se dice que aquel misterioso arlequín hacia eventos para niños en esa casa, les daba regalos y cuanta cosa bonita que atraía a los niños, se los llevaba al sótano y los asesinaba, pero se una noche los padres de los niños que habían sido asesinados se metieron a la casa, buscaron por todo el lugar y cuando se introdujeron al sótano, lograron ver una imagen que horrorizó a todos, era el mismo arlequín que se encontraba tirado en el suelo, con una soga en el cuello, las venas de la cara le resaltaban como si ya hubiera estado muerto por mucho, una gran cicatriz que atravesaba su cuello sin contar que estaba manchado de la boca de rojo, algo que daba la apariencia de ser sangre, en fin, para terminar el relato se cree que los restos del arlequín siguen en aquel sótano…”. Mi tío se estremeció mucho al oír el relato, pues él me dijo que él fue uno de los pocos niños que sobrevivieron a aquel terrorífico acto, no solo el, sino todos mis tíos e incluso mis padres.
La verdad quede petrificado al oír esto, sin duda paso por mi cabeza la loca idea de querer introducirme a la casa para ver si encontraba el cuerpo de que temible arlequín, pero mi tío se dio cuenta de mi idea al ver mi cara, por lo cual el me advirtió diciéndome: “Andrés, ni se te ocurra entrar a esa casa, porque se dice que si un niño entra a aquella casa en búsqueda de arlequín, lo único que provocara será su inminente muerte, aunque se oiga muy cruel, pero así es”.
La verdad al oír eso me espante mucho, pero le tuve que hacer la promesa a mi tío que ni loco entraría a ese lugar. Los días pasaron y mi curiosidad fue creciendo, mis padres estaba cada día más preocupados por mí, ya que Antonio le comento sobre mi loca idea, era lógico de esperar esa reacción de mis padres, ellos hicieron de todo para que yo olvidara esa idea, pero todo fue en vano.

Al día siguiente, en la escuela me junte con mis amigos y le comente sobre mi idea, a todos les entro el miedo y con la misma me dieron la espalda, solo 2 de ellos me apoyaron, Luis y Joaquín. Recuerdo que nos quedamos de ver afuera de la casa a la medianoche, armados con linternas nos adentramos a la propiedad abandonada, todos nos pusimos a buscar la puerta del sótano, pero lo único que logramos ver fueron ratas e insectos, pero oímos que Joaquín maldecía a algo o a alguien, pero no sabíamos que era, así que Luis y yo salimos a su búsqueda, hasta ver que Joaquín insultaba a una clavija con la cual se había tropezado, al ver detenidamente la clavija, pude observar que era lo que buscábamos, “LA PUERTA DEL SOTANO”. Abrimos la dichosa puerta, todo en el sótano era más oscuro que el resto de la casa, nos adentramos con las linternas encendidas y nos pusimos a buscar, cuando eso Luis dijo la siguiente expresión: “Dios santo, este lugar es más grande que toda la casa”; lo cual era cierto, pero nadie le tomo importancia al tamaño del sótano. Todos nos asustamos al ver una sombra que se movía con facilidad entre las penumbras, todos quedamos impactados puesto que él se movía como si llevara una linterna, pero no era así. Joaquín tuvo la “inteligente” idea de hablarle, pero aquella sombra no le hizo caso alguno, el insistía hablándole hasta que en cierto momento perdimos de vista a la sombra, todos empezamos a buscarlos, pero nada, así que nos dimos por vencido y procedimos a ir a nuestras casas para poder descansar. Pero en ese preciso momento escuchamos un estruendo, como si hubieran dejado caer la puerta del sótano, nosotros volteamos para ver si alcanzábamos a ver algo, pero nada, solo penumbra, de inmediato giramos la cabeza para terminar de salir, pero nos topamos con aquella sombra, esa sombra parecía que tenía un traje de arlequín, en ese momento paso por mi cabeza la pregunta: “¿será acaso este el famoso arlequín que una vez aquí vivió?”, Luis y Joaquín se pusieron más blancos que la nieve después de haber visto algo que le mostro la sombra, yo por curioso quise intentar ver, pero no pude, ellos lo evitaron, y así fue como me quede con una curiosidad más grande. Al día siguiente me mandaron a avisar que Luis había salido con rumbo al hospital, ya que al despertar sus padres lo lograron ver que estaba convulsionando, yo no pude ir a verlo, ya que mis padres se dieron cuenta de la estupidez que había cometido.
Ese mismo día por la tarde me avisaron que Luis había caído en coma, y unos instantes después, me volvieron a avisar, que mi amigo había muerto, pero algo curioso es que el repetía lo mismo: “No, no por favor, Andrés cuídate, no, no….…arlequín……” Yo me quede consternado al oír eso, de inmediato trate de contactar a Joaquín, pero fue inútil, ya que habia ido a visitar a sus abuelos. Esa noche no pude dormir, ya que veía a Luis parado en frente de un fondo blanco, pero atrás de él se asomaba una sombra -la sombra de un arlequín para ser exacto-, en ese momento, el fondo se vuelve oscuro y toma a mi amigo, el cual baja la cara y me advierte diciéndome: “cuídate Andrés, porque el que sigue eres tú, Joaquín viene en camino, todo esto es gracias a ti…”, en eso me logre despertar, todo asustado, cuando veo que mi madre sube corriendo a mi habitación dándome la mala noticia: “el automóvil donde viajaba Joaquín choco, lamentablemente él no se pudo salvar.”; yo no sabía qué hacer, si llorar por la pérdida de mi amigo o llorar por preocupación, por temor, ya que el que seguía en la lista de aquel arlequín, era yo……
Ya han pasado 2 meses de la perdida de mis amigos, en la escuela todos se alejan de mí, ya que tienen la idea que si se juntan conmigo les podrá pasar lo mismo que les paso a Luis y a Joaquín, pero no es así, están equivocados, lo que si se es que mis padres ya están muy preocupados por mí, todas las noches me despierto gritando “NO”, puesto que en mis sueños veo lo mismo, a Luis y Joaquín en frente a un fondo blanco, de la nada aparece el maldito arlequín, ambos me culpan por sus trágicas muertes, y de la nada el arlequín los devora enfrente de mí.. Dios santo, cada vez que veo eso, una preocupación extrema se apodera de mí ser, es inevitable pensar en eso……
No puedo creerlo, ya llevo 5 meses sufriendo por lo mismo, mis padres optaron por mandarme a un manicomio, ya que esto me ha llevado a generar psicosis, dios, aunque sea tarde, ayúdame, o al menos perdóname….
La verdad ya no sé qué hacer, anoche vi al arlequín en mis sueños, pero esta vez solo estaba el, me dijo lo siguiente: “Andrés, tu hora ha llegado, sé que te has provocado sangrados para dejar mensajes de auxilio en tu habitación, pero ni eso ni nadie te podrán salvar, jajaja……., mañana es el día, si hubieras hecho caso a las advertencias pudieras haberte librado, pero no hiciste caso, así que mañana iré por ti…..”
Hoy es el día que el tanto espero, así que, solo tengo tiempo para dejar este escrito, procurando que si lo encuentran lo difundan a todos los jóvenes y niños, pues yo, ya estoy más que muerto, así que no se preocupes si ya no me encuentran, eso sí, cuidado, ya que he liberado al arlequín, quien no parara hasta saciar su sed…

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