Etiquetas

jueves, 19 de septiembre de 2013

#261 -The Holder of The Worm/ El Holder del Gusano


En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier sala de espera de algún hospital y pregunta por ve a The Holder of the Worm. Serás recibido con una mirada de asco, y te informarán que los ascensores no están operativos. Pasará incluso aunque sea un edificio de un sólo piso. Pregunta cortésmente una segunda vez, y se te dirigirá a través de un par de puertas de salida a una escalera con poca luz. Ve por las escaleras hacia abajo, y sólo hacia abajo, no sea que te encuentres en un ciclo que no tiene fin.

Descenderás un número imposible de tramos, en profunda oscuridad mientras un olor asqueroso llena el aire. Luego de varias horas, llegarás a una superficie suave, resbaladiza y húmeda. Una tenue luz naranja brilla en la distancia, y el hedor es abrumante, una mezcla de sangre y heces. Pisa con cuidado, porque en caso de que resbales y caigas, te convertirás en una parte permanente de la superficie sobre la que estás caminando. Al acercarte a la luz, comenzarás a entender tu entorno: una vasta caverna formada de carne sólida, roja y cruda. Jugos rancios recorren los muros, y el piso estará hecho de excrementos humanos. La única fuente de luz es una linterna de minero vieja y maltrecha, apoyada en la entrada de una pequeña cámara desigual.

Entra a este lugar y encontrarás una mujer joven, desnuda y demacrada, con su rostro cubierto en carne, como si el hambre la empujara a excavar en la caverna. Esta alma hambrienta es el Holder del Gusano, y reconocerá solamente una pregunta: ¿Cómo pueden ser saciados?

El Holder se volverá a ti, la sangre correrá por su rostro, y responderá tu pregunta en extensos y enfermizos detalles. Todo ese tiempo ella llorará, temblando de hambre y repetidamente intentará volver a comer, pero no le muestres piedad. Firmemente repite tu pregunta, tanto como sea necesario, y ella continuará. Si le permites aunque sea una mordida, ella nunca volverá a hablar, nunca encontrarás el camino de regreso y pasarás el resto de la eternidad viviendo como ella.

Distráela lo suficiente como para que termine de hablar, y el Holder parecerá extrañamente compuesto, como si su hambre hubiera sido satisfecha. Te agradecerá que la hayas ido a ver, y te ofrecerá un abrazo. Párate firme y abre la boca. No te muevas, hables o reacciones de ninguna manera, mientras sus labios sangrantes se juntan con los tuyos. Sentirás algo largo, gordo y viscoso deslizarse por tu garganta por varios minutos. Cuando su longitud completa abandone su cuerpo, el Holder colapsará repentinamente en un montón de huesos. Su linterna parpadeará, y te encontrarás en nada más que el cuarto de escobas del hospital. Trata de no prestar mucha atención a ti mismo.

La criatura que ahora se retuerce en tus intestinos es el Objeto 261 de 538. No importa lo mucho que comas, nunca te volverás a sentir satisfecho de nuevo.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario