¿Cómo olvidar esa noche? recuerdo que estaba sentada entre el público, me reía con los payasos y de la cara del maestro de ceremonia, parecía un emoticon de felicidad, sin dientes.
El show fue interesante, los trapecistas hicieron piruetas sorprendentes, hubo un momento en el que a uno se le atoró la mano, pero pudo soltarse y seguir con las acrobacias; el mago hizo los trucos clásicos de sacar el conejo del sombrero hasta un truco nuevo que era aparecer al maestro de ceremonias colgado y después aparecerlo vivo; los payasos hicieron chistes y bromeaban con el público, realmente fue muy divertido.
El show fue interesante, los trapecistas hicieron piruetas sorprendentes, hubo un momento en el que a uno se le atoró la mano, pero pudo soltarse y seguir con las acrobacias; el mago hizo los trucos clásicos de sacar el conejo del sombrero hasta un truco nuevo que era aparecer al maestro de ceremonias colgado y después aparecerlo vivo; los payasos hicieron chistes y bromeaban con el público, realmente fue muy divertido.
Pero las cosas cambiaron cuando el maestro de ceremonia me habló.
- He linda, ¿Por qué no vienes a participar con nosotros? - me dijo en una voz alegre.
- ¿Estás seguro? - pregunté nerviosa.
- Claro que sí, es más, te regalaré un globo. - me respondió mientras sacaba un globo rojo detrás de él.
El público empezó a gritar “Que acepte, que acepte, que acepte” y yo le tenia confianza a ese maestro de ceremonias, su gorro me encantaba, su traje elegante con manchas de colores era cautivador, y esa sonrisa de emoticon me hacía reír con solo verla.
Entonces al acercarme me tomó la mano, y me llevó a la parte más alta para ver el resto del espectáculo, me dió mi globo rojo, pero cuando mire el globo vi una imagen horrible: todo el circo lleno de sangre y él riendo; el miedo se apoderó de mí por un momento, pero entonces él me tomó de la mano de nuevo, y me apuntó a un restaurante donde también se bailaba tango y me dijo con esa voz alegre que tiene “¿Te apetece?”.
Yo sonreí un momento, pero después acepté, vi por una milésima de segundo que ha esa cara de felicidad le salían dientes.
Antes de partir me tome la molestia de preguntar como se llamaba, él me respondió: “Llamame Splendy, asi me dicen mis amigos”
Yo eche a reir un rato, no me creía que alguien se llamará así, pero vi que su cara ahora era un emoticon de tristeza, entonces yo le di la mano y le di un beso en la mejilla.
Partimos al restaurante, nos sentamos a comer un rato; yo pedí un plato barato, pues él invitaba, pero él ordenó uno más caro, “el más caro que hubiese” dijo con esa voz que a mi me causa tanta risa.
Él comió a gusto, mientras yo moría de hambre para no parecer que me estuviera aprovechando de él, después de comer nos pusimos a conversar, o bueno, él empezó a conversar.
- ¿Me cuentas de ti? - me preguntó ahora con una voz más grave a la anterior.
- Claro ¿Qué qui...?
Me interrumpí al ver su nuevo rostro, este tenía dientes, pero no como los que vi en el globo, era algo más aceptable, las cuencas de sus ojos ahora daban más miedo que un mensaje de felicidad, pero yo estaba cautivada, no pensaba dejarlo.
No solo su aspecto cambió, también su ropa, ahora parecía un investigador de los 80 o algo parecido, pero seguía siendo con manchas de colores y todavia tenia ese gorro que tanto me gusta.
- Mejor cuéntame de ti. - le dije con miedo. - claro, si quieres.
- ¿Qué quieres saber? - me dijo con una voz demasiado grave para mi gusto.
- No se, ¿Tienes familia? - pregunté al azar.
- Si, mi hermano menor no es muy aceptado por la sociedad - en ese momento su mano rompió un vaso que sujetaba - mi hermano mayor apenas la conoce, yo he sido el único que ha podido estar integrado. - cada vez se sentía más rabia en su interior.
- ¿Quién es tu hermano menor? - pregunte atemorizada por su actitud.
- No te diré su nombre, él es conocido por hacer cosas malas y siempre ha sido un amargado, aunque ahora yo le estoy enseñando a ser feliz.
Hubo un momento de silencio, yo no sabia que decir, tenía miedo que se enojara y me hiciera algo, entonces llamé al camarero y le pedí un poco más de vino; cuando lo trajo Splendy se sirvió una copa y empezó a tomar en tragos cortos, yo en cambio estaba tomando lo más que pudiera para tranquilizarme.
Después de un tiempo decidimos pagar la cuenta, entonces me invitó a bailar, yo acepté ciegamente, realmente no se que me pasaba.
- ¿Me cuentas de ti? - me preguntó ahora con una voz más grave a la anterior.
- Claro ¿Qué qui...?
Me interrumpí al ver su nuevo rostro, este tenía dientes, pero no como los que vi en el globo, era algo más aceptable, las cuencas de sus ojos ahora daban más miedo que un mensaje de felicidad, pero yo estaba cautivada, no pensaba dejarlo.
No solo su aspecto cambió, también su ropa, ahora parecía un investigador de los 80 o algo parecido, pero seguía siendo con manchas de colores y todavia tenia ese gorro que tanto me gusta.
- Mejor cuéntame de ti. - le dije con miedo. - claro, si quieres.
- ¿Qué quieres saber? - me dijo con una voz demasiado grave para mi gusto.
- No se, ¿Tienes familia? - pregunté al azar.
- Si, mi hermano menor no es muy aceptado por la sociedad - en ese momento su mano rompió un vaso que sujetaba - mi hermano mayor apenas la conoce, yo he sido el único que ha podido estar integrado. - cada vez se sentía más rabia en su interior.
- ¿Quién es tu hermano menor? - pregunte atemorizada por su actitud.
- No te diré su nombre, él es conocido por hacer cosas malas y siempre ha sido un amargado, aunque ahora yo le estoy enseñando a ser feliz.
Hubo un momento de silencio, yo no sabia que decir, tenía miedo que se enojara y me hiciera algo, entonces llamé al camarero y le pedí un poco más de vino; cuando lo trajo Splendy se sirvió una copa y empezó a tomar en tragos cortos, yo en cambio estaba tomando lo más que pudiera para tranquilizarme.
Después de un tiempo decidimos pagar la cuenta, entonces me invitó a bailar, yo acepté ciegamente, realmente no se que me pasaba.
Fui a bailar con Splendy, él se movía muy bien al ritmo del vals o el tango, era yo la que no sabía bailar, pero a él no le importaba nada de eso, solo me miraba con esos... ¡Esos horribles ojos vacíos!.. me miraba con esos ojos de oscuridad, pero no me importaba, solo me importaba ese ser misterioso que bailaba conmigo, ese ser que tenía tan mala suerte de tener hermanos aislados, que no tenía a nadie.
- Tengo que decirte algo - me dijo con pena en esa voz grave.
- ¿Qué pasa? - dije un poco preocupada.
- Mi hermano es un secuestrador, pero no uno nor... no uno humano, es algo sobrenatural, y yo soy como... como... ¡como él! - dijo entre pena y rabia.
- Lo más raro que tienes es tu rostro, y a mi me encanta. - le dije tratando de animarlo.
- Gracias, realmente me agradas mucho, más de lo que debería.
En ese momento entró el mago, llamandolo para terminar la noche, él dejó de bailar y fue al circo, yo lo seguí, no se si fui muy lista o muy tonta.
- Tengo que decirte algo - me dijo con pena en esa voz grave.
- ¿Qué pasa? - dije un poco preocupada.
- Mi hermano es un secuestrador, pero no uno nor... no uno humano, es algo sobrenatural, y yo soy como... como... ¡como él! - dijo entre pena y rabia.
- Lo más raro que tienes es tu rostro, y a mi me encanta. - le dije tratando de animarlo.
- Gracias, realmente me agradas mucho, más de lo que debería.
En ese momento entró el mago, llamandolo para terminar la noche, él dejó de bailar y fue al circo, yo lo seguí, no se si fui muy lista o muy tonta.
Llegamos al circo y... esta es la parte que más odio... Splendy se pusó en el centro del escenario y sacó tentáculos de su espalda mientras gritaba “mirad mi poder, no es genial, no los lastimare, solo los quiero saludar”.
El público quedó impactado un momento, los niños empezaron a llorar, un señor incluso vomitó, nadie lo aceptaba, realmente me dio mucha pena, pero yo no podía hacer nada, entonces Splendy agarró a los acróbatas con sus tentáculos e hizo que hicieran acrobacias sobre ellos, un adolescente se levantó entre el público y gritó: “Slenderman”.
- No niño, yo no soy Slenderman, yo soy Splendorman, yo soy alegre, yo no te haré daño. - dijo Splendy intentado convencerlo.
- ¡Tú secuestraste a mi hijo! - gritó otro hombre. - ¡Me las vas a pagar!
- No fui yo señor, se lo juro, arreglare las cosas con mi hermano, por favor entiendame. - dijo con tristeza y rabia en esos ojos vacíos.
El público comenzó a lanzarle objetos, a burlarse e insultar, Splendor solo se sentó agarrándose la cabeza; yo cometí el error de acercarme, mientras se agarraba la cabeza se decía a sí mismo: “Tú no eres un asesino, tú eres diferente, tú puedes ser una revelación entre los humanos, tú... tú... ¡yo soy su peor pesadilla!”
Splendorman se levantó y rodeó el circo con sus tentáculos, metió a toda persona que estuviera cerca, aunque no tuviera nada que ver con su venganza, intente mirarlo a los ojos, pero ahora tenía dientes en esas cuencas, tenía dientes que sólo querían comer esas pobres almas, y eso hizo... ¡Se comió a 57 personas esa noche! ¡Al resto lo descuartizó en su rabia! ¡A sus ayudantes los apuñaló y los dejó desangrarse!
- Splendy, ¿Eres tú? - dije atemorizada.
- Si, ¿no me reconoces?. - respondió con una voz aguda, pero esta daba miedo, era horrible.
Se me acercó bañado en sangre y me miró a los ojos con esas 2 grandes fauces, me desmaye y perdí la conciencia, cuando desperté estaba en el bosque, me lavé la cara con un charco y en el reflejo vi que mi cara tenía la cara de emoticon que tanta risa me daba.
Nunca supe qué fue de Splendy, pero algo me dice que todavía me recuerda.
El público quedó impactado un momento, los niños empezaron a llorar, un señor incluso vomitó, nadie lo aceptaba, realmente me dio mucha pena, pero yo no podía hacer nada, entonces Splendy agarró a los acróbatas con sus tentáculos e hizo que hicieran acrobacias sobre ellos, un adolescente se levantó entre el público y gritó: “Slenderman”.
- No niño, yo no soy Slenderman, yo soy Splendorman, yo soy alegre, yo no te haré daño. - dijo Splendy intentado convencerlo.
- ¡Tú secuestraste a mi hijo! - gritó otro hombre. - ¡Me las vas a pagar!
- No fui yo señor, se lo juro, arreglare las cosas con mi hermano, por favor entiendame. - dijo con tristeza y rabia en esos ojos vacíos.
El público comenzó a lanzarle objetos, a burlarse e insultar, Splendor solo se sentó agarrándose la cabeza; yo cometí el error de acercarme, mientras se agarraba la cabeza se decía a sí mismo: “Tú no eres un asesino, tú eres diferente, tú puedes ser una revelación entre los humanos, tú... tú... ¡yo soy su peor pesadilla!”
Splendorman se levantó y rodeó el circo con sus tentáculos, metió a toda persona que estuviera cerca, aunque no tuviera nada que ver con su venganza, intente mirarlo a los ojos, pero ahora tenía dientes en esas cuencas, tenía dientes que sólo querían comer esas pobres almas, y eso hizo... ¡Se comió a 57 personas esa noche! ¡Al resto lo descuartizó en su rabia! ¡A sus ayudantes los apuñaló y los dejó desangrarse!
- Splendy, ¿Eres tú? - dije atemorizada.
- Si, ¿no me reconoces?. - respondió con una voz aguda, pero esta daba miedo, era horrible.
Se me acercó bañado en sangre y me miró a los ojos con esas 2 grandes fauces, me desmaye y perdí la conciencia, cuando desperté estaba en el bosque, me lavé la cara con un charco y en el reflejo vi que mi cara tenía la cara de emoticon que tanta risa me daba.
Nunca supe qué fue de Splendy, pero algo me dice que todavía me recuerda.
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