Ella fue recibida por el gato de su abuela Mischief. El gato era negro, con manchas blancas en la cola,este bostezó entonces maulló. Caminó sobre el camino de piedras, hasta la puerta frontal. Ella tomó una larga y plateada perilla, lista para golpear. Pero la puerta se abrió rápidamente
"Amy, Dios mio has crecido"
Su abuela dijo felizmente, ella es baja y un poco rellena. Su pelo era una mezcla de sal y pimienta, de blanco y negro. Amy sonrió y le dio a ella un abrazo.
"Abuela, te he extrañado".
Dijo Amy felizmente. Terminó el abrazo, cuando el trabajador social vino, sosteniendo el bolso de Amy y los anteojos de Madison.
"Muchas gracias por traerme a mis pequeñas angelitas, estoy muy feliz."
"Amy toma a tu hermana, su cuarto está subiendo las escaleras hacia la derecha."
Ella asintió, gentilmente tomó a Madison de los brazos del trabajador social. Entrando a la casa ella caminó sobre el piso de madera hacia el cuarto de la izquierda, el cual era tranquilamente espacioso. Era de color beige, varias ventanas, la vista daba hacia el patio. En el medio de la habitación había un pequeño oso. Era color negro metálico, con un kit de diseño. Ella puso a Madison allí , tocándola con el oso de felpa. Ella camino tranquilamente a lo largo del corredor yendo a bajo de las escaleras, hasta que llegó a la puerta de la derecha. Abriéndola ella sonrió, ella fue recibida por una librería. Estanterías en lineas en la pared desde el piso hasta el techo lleno de libros sobre todo. Caminó encima de una de las estantería Amy trazando con su dedo sobre los libros, llego hasta uno titulado "It" de Stephen King. Sentandose abajo ella empezó a leer el libro en absoluto silencio, después de horas leyendo ella oyó un riachuelo. Estaba tranquilo, pero ella lo escuchaba sin embargo, la ventana se cristalesió el sol se estaba poniendo. Las estrellas empezaron a aparecer en el oscuro cielo azul, dejando el libro de lado, Amy se levantó de su silla. Abriendo la puerta, ella llamó.
"¿Abuela?"
Ella llamó hasta el cansancio, sin respuesta. Amy bajo al corredor.
"¿Hola? ¿Hay alguien?"
Entonces hay un ruido sordo y un golpe, arriva del techo, en el ático. Amy asustada corre por el corredor hacia la cocina, ella fue al gabinete y sacó un cuchillo. Armada ella misma Amy, corrió hacia las escaleras del ático. Del cuarto provenian ruidos. Lentamente ella abrió la puerta, estando lista para enfrentarse a la cosa detrás de la puerta. La habitación estaba oscura, excepto por la tenue luz de la luna. Cuando la puerta estubo totalmente abierta, ella escuchó un choque y un leve silbido. Encendiendo las luces ella solo vió a Mischief. Dejando escapar el aliento ella logra afirmarse, Amy le frunció el seño al gato.
"No me asustes así estúpido gato"
Ella siseó, mientras que el gato corría fuera de la habitación, mirando al rededor Amy notó unas minusculas marcas de garras. El gato... murmuró ella bajó su aliento y puso el cuchillo de cocina en una caja cubierta por una hoja. El ático estaba allí para que ella subiera con su abuela para tomar los suministros de pintura, ahora todo estaba cubierto por hojas para alejar el polvo. Amy caminó hacia la pequeña ventana mirando el bosque detras de la casa. Se veía aterrador en la oscuridad, no como en el día. Recordando su infancia, como ella jugaba el borde del bosque. Detras de la casa de su abuela donde su madre solía vivir.
"¿Amy?"
Llamó cautelosamente su abuela, mientras subía.
"¿Si, abuela?"
Dijo Amy de vuelta, su abuela ahora estaba parada en la puerta.
"Oh, escuché conmoción, y pensé que estabas herida."
Amy sonrió.
"Estoy bien"
"Okay, vamos a cenar"
Amy caminó fuera del ático, dejando el cuchillo en la caja...
La cena fue un borrón, Madison quería jugar a los disfraces y a las escondidas. Después de lavar los platos, y Madison en la cama, solo quedan Amy y su abuela.
"¿Oye abuela recuerdas esas historias que me contabas cuando joven?"
"Cual de todas, te he contado muchas"
"¿Alguna sobre un monstruo, Slender creo, y que reptaba y comia niños?"
"Ah, te refieres a la creepypasta"
"Si, esas legendas creepy pasta"
Ella rió
"Algunas cosas graciosas sobre las leyendas aveces son verdad"
Yo reí
"No recuerdo oir una desde que tenía 8 años. Recuerdo que estaba muy asustada después de que me contabas una"
Ella sonrió
"¿Quizás pueda contarte otra?"
"Por mi bien, abuela"
"Okey, esta trata sobre Jeff the Killer."
Dijo ella con una sonrisa.
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