MAKTUB...

En estos días, recordé aquella expresión teológica que dice: “Dios escribe recto aún en líneas torcidas” (todo pasa por una razón; o, lo que tiene que pasar pasará). Esto lo leí hace años en algún texto doctrinal en la universidad, al no recordar dónde, pronuncié el término maktub.

Antes que nada, este término no significa que "todo está escrito". Esta expresión no tiene nada que ver con el “destino”; con el plan divino, ni con nada filosófico. Maktub se refiere a la escritura, a lo escrito; a los signos gráficos que representan una determinada lengua, y que se encuentran plasmados sobre una superficie. Actualmente Maktub en árabe refiere literalmente a "Carta".

Divagando hasta los orígenes de nuestra especie, llegué hasta las lenguas semíticas, rama perteneciente a la familia de lenguas afroasiáticas, cuyo misticismo, leyendas e historias fascinantes nos remontan a esa época en que las tribus nómadas se desplazaban por grandes territorios, llevando consigo únicamente como legado, la tradición oral. Esta tradición, transmitida de generación en generación dio forma al comienzo de todo lo que somos hoy en día, a nuestra "civilización",... y a su historia. Perdimos gran parte de lo que fuimos, por carecer de medios idóneos en donde conservar nuestros orígenes de forma perdurable. Conforme surge la escritura, dichos pueblos comenzaron a entender que al plasmar sus ideas en gráficos, símbolos o caracteres, su tradición y su historia perduraban más, y de una forma más completa; es en este punto cuando la fuerza de la escritura comenzó a superar a la palabra oral.

El término maktub representa así, la fuerza de la escritura sobre la palabra oral. La escritura a veces es tan ambigua como la palabra oral; sin embargo, gracias a ella lo que hemos sido, perdura en el tiempo, más allá de las tradiciones orales y de los recuerdos. Cada vez que se mencionaba “Maktub”, se hacía referencia a que lo expresado se encontraba ya escrito, que tenía fuerza de ley y debía ser respetado frente al aspecto oral que se argüía. Escribo esto, porque buscando un poco sobre el término es sorprendente lo que las personas distorsionan una sola palabra en base a un explotado criterio comercial. Hay páginas teológicas, filosóficas, de autoayuda, de meditación, religiosas, etc. Tal vez yo esté equivocado, Dios lo quiera; pero por qué aferrarse a una subjetividad. El destino de cada uno de nosotros se forja por nuestros propios pasos. 

No me gusta repetir ni lo que leo, ni lo que escucho sin una fuente, sin investigarlo. Pero por desgracia hay muy poco respecto al tema; y las fuentes son "dudosas". No sé ni por qué lo escribo. Tal vez porque creo que lo único que está escrito, es que no está escrito nada… 

Luego de una reflexiva Semana Santa, en la tranquilidad del hogar, decidí que ya es tiempo de dedicarme más a mi vida que a mi trabajo. De qué vale darme mis gustos, si cada vez los complico más y más. Estoy tomando las cosas más suaves luego del condenado ajetreo de marzo. En mi profesión nos morimos por estrés, principalmente (o por un cliente). Soy muy bueno en lo que hago, modestia aparte... jajjajaja (en serio), por lo que he usado un par de técnicas psicológicas para lograr una optimización mental despresurizada; mis fines de semana ahora son SAGRADOS. Debo retrasar un año más mi postgrado, debido a que las reformas legislativas de los Códigos aún están pendientes (y no voy a estudiar 2 veces lo mismo :). Volveré a jugar a ratón de biblioteca, a comparar textos y autores; desarrollar hipótesis; meter en mi cabeza las nuevas Resoluciones de la SCJ; ver en qué anda la doctrina francesa ; y, quiero fortalecerme en Legislación Tributaria... entre 100 cosas mas. El gym lo iba a dejar (después de 4 años ininterrumpidos), pero no bebo ni fumo... le doy a los "hierros"; aunque tengo que "reducirme", porque sigo "creciendo"; lo que la vida me mande, será bienvenido, y los retos... superados. 

Aquí se cierra el primer baúl del Atic0, lleno de recuerdos, ilusiones y esperanza. Es el momento de llenar otro baúl: el porvenir. Claro está, que en el habrán sus historias, sus recuerdos y esperanza, pero será diferente...