Todo parecía muy natural mientras estábamos aquí, en nuestra búsqueda a ciegas. Nuestra comprensión de la gravedad señalaba que cada galaxia estaba compuesta en gran parte por algo que no podíamos ver con los métodos tradicionales. Eso que pasamos a llamar materia oscura, debe estar por todas partes.
Entonces comenzamos a desarrollar métodos para detectar aquello que no podía ser visto. Nunca nos detuvimos a pensar si enviar trazos detectables y rastreables de energía era una buena idea. Pero finalmente los encontramos, ahí afuera, en el oscuro y frio espacio entre las estrellas. Trillones de ellos. Ahora saben dónde estamos. Están viniendo… y están hambrientos.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario