Jessica era una chica casi igual a Sara en cuanto a psicología, ambas tenias un trastorno mental que las hacia parecer hermanas pero, Jessica tuvo un trauma al ver como su perro fue asesinado por su primo, ella solo tenia 5 años de edad, ese trauma se convirtió en un inicio, el inicio de querer ver sangre… ella era una chica muy abierta a sus padres siempre les contaba todo lo que hacia y sucedía, ese fue un terrible error, al paso de algunos años ella empezó a tener comportamientos agresivos, sus padres la llevaban a hospitales Psiquiátricos para quitar esos comportamientos, pero ella tenia que seguir sus estudios.
Ella había entrado segundo de secundaria, al paso de un mes tras el inicio de clases, ella conoció a Sara en una clase de música, las dos se volvieron algo unidas tras haberse conoció una a la otra, pasaron unos meses, ella se había enterado de la desaparición de Sara, ella sabia exactamente lo que de seguro paso en su mente. Siguieron pasando los días, asesinatos cada vez mas frecuentes.
Un día normal de clases, para ella paso rápido, por la noche ella creía que alucinaba, pues entre unas calles de oscuridad se alcanzaba a ver la silueta de Sara con su cuchillo en mano, de camino a casa con su madre sentía que alguien le seguía, giro la cabeza para ver si le estaban siguiendo pero no había nada ni nadie. Legaron a casa cenaron y Jessica se fue a su cuarto para dormirse y tratar de olvidar todo, se despertó en la madrugada con la mimas sensación de ser observada, viendo una silueta en la ventana, la misma silueta de Sara
-jaja cuanto tiempo si verte hermana- Dijo Sara burlona, pues siempre le decía hermana a Jessica ya que se parecían mucho en su mentalidad
-jajaja igualmente, te extrañe mientras matabas a gente, y ni siquiera invitas jaja-
-jajaja perdón , pero ya sabes, la vida de una psicópata loca no es fácil como para salir a las calles tan fácilmente jejeje, porque crees que estoy aquí jajaja, vine por ti como prometí anda cambiare que debemos ir a mandar gente a dormir jajajaja-
-ok!- respondió contenta ante la idea, Jessica se levanto de su cama y dirigiéndose a su armario para ver ropa ponerse, se puso una blusa rojo sangre, una chamarra, pantalones y botas negras que le llagaban hasta las rodillas junto con unas cadenas
Sara no le prestaba mucha atención a Jessica ya que estaba viendo su cuchillo lleno de la sangre de sus victimas, so se sabe a quien estaba recordando en ese momento en el cual veía su reflejo.
-si quieres yo me hago cargo de matar a tu familia o te quieres encargar tu?-
-creo que preferiría hacerlo yo misma ya sabes cuanto me han hecho sufrir ahora es momento de pagar jajajaja- dijo mientras tomaba un machete que estaba al lado de Sara, al perecer Sara ya tenia todo planeado desde el día en el cual mato a su amiga
-bueno por mi no hay ningún problema, ve yo te esperare afuera jeje disfruta la matanza-
-gracias al rato te veo-
Jessica tomo el machete con toda su fuerza y se dirigió al cuarto de sus padres, abrió la puerta tratando de no hacer mucho ruido, subió el machete por arriba de donde estaba su padre dejándolo caer libremente para corta su cuello, toda la sangre boto, noto que su madre se despertó por la humedad se la sangre, antes de que despertara por completo Jessica le cubrió la boca con su mano al ensangrentada
-MUERETE PERRA- dijo antes de clavar directamente el machete en el corazón, Jessica salio de la casa viendo que Sara estaba sentaba cerca de la puerta de salida a la calle mirando aun su reflejo
-me parece que no esta muy contenta jajaja pero descuida eso se puede arreglar- dijo levantándose y acercándose a Jessica poniendo el cuchillo en uno de los extremos de su labios, comenzó a tallar una larga sonrisa, Jessica no pudo evitar llorar del dolor de la larga cortada en su mejillas
-vamos, no hay necesidad de llorar, bueno ahora es tiempo de irnos, y como siempre me gusta verte sonreír jajajajajajaja-
-jejeje creo que tienes razón, vamonos hay mucha gente que espera ser asesinada-
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