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domingo, 18 de enero de 2015

3 pasos para expandir tus poderes de observación

Poner más atención a las personas, situaciones y acontecimientos nos ayuda a pensar de una forma crítica sobre lo que vemos y a producir nueva ideas. Sin embargo, poner más atención al entorno no siempre resulta algo fácil de lograr. La buena noticia es que podemos practicar para conseguirlo.

Nuestros cerebros no están diseñados para captarlo todo. Generalmente nos concentramos en cosas específicas, filtrando aquello que consideramos poco útil. Esto resulta ideal en gran parte de nuestro día a día, porque si tuviéramos que observarlo todo, dejaríamos pasar aquello que es primordial. Sin embargo, es posible sintonizar el cerebro para que preste atención a cosas nuevas con un poco de práctica.


Puedes iniciar con estas tres recomendaciones:

Desafíate a prestar atención a cosas nuevas.

No simplemente se trata de decirse a uno mismo: “Voy a observar al mundo de una forma diferente a partir de hoy” y esperar a que suceda. En lugar de eso, para lograr prestar atención a cosas nuevas, resulta más sencillo si te propones una serie de desafíos.


Estos desafíos pueden ser cualquier cosa. Dale un vistazo a estas ideas a continuación.

Observa a las personas en áreas concurridas: si la primera cosa que haces en un lugar concurrido es sacar tu teléfono, detente. Pasa algún tiempo observando todo y observando a las personas. Analiza cómo actúan en los espacios llenos, cómo interactúan con los otros, etc.
Juega a la búsqueda del tesoro: elige algo que busques todo el día. Puede ser cualquier cosa, desde ventanas rotas, cámaras de seguridad en la calle hasta grafitis en las paredes de tu ruta. Cuando encuentres la cosa que tienes en mente, toma una foto o toma nota y sigue buscando. Al final del día, analiza que conclusiones puedes sacar de lo que encontraste.
Lee las noticias locales: las noticias locales son un medio ideal para conocer tu ciudad y aprender lo que está sucediendo a tu alrededor. Esto, además, te ayuda a prestar atención a todo tipo de cosas nuevas.
Camina con un experto: si tienes algún amigo con una carrera en especial u hobbies diferentes a los tuyos, da un paseo con esa persona y aprende cosas nuevas.
Da un “paseo sonoro”: parece un poco tonto, pero un paseo sonoro en el que localices los puntos de origen de los sonidos ofrece una nueva forma de entrenar a tus oídos para notar cosas que pueden resultar inspiradoras o incluso hacerte pensar diferente.
Toma notas de campo: elige un lugar, siéntate y escribe o dibuja todo lo que veas. Esto entrena a tu cerebro para que preste más atención y observe al mundo con más detalle.
El desafío de los 365 días en imágenes: si no sabes por donde comenzar, puedes experimentar con el reto de las 365 fotografías. Básicamente la idea es tomar una foto por día durante un año entero, con desafíos diferentes cada día para mantener las cosas interesantes.
Puedes escoger cualquier desafío que se adapte a tu estilo de vida y necesidades. Si desarrollas apps, es mejor prestar atención a las personas que necesitas; si eres un escritor, a lo que las personas están haciendo, y así sucesivamente. No temas salir de tu zona de confort.





Aprende a leer mejor a las personas.

Los objetos inanimados son una cosa, pero observar y entender a las personas es un proceso mucho más complicado.


Generalmente somos buenos con la observación en situaciones tensas, por ejemplo, durante una pelea, una primera cita o una entrevista de empleo, pero solemos relajar esa observación durante las interacciones cotidianas.

Puedes preguntarte de vez en cuando: “¿Cómo es que esta situación o esa persona me hacen sentir?” Como ya se mencionó con anterioridad, las personas son buenas en detectar los peligros. Si vamos en dirección a nuestro automóvil por la noche en un área a solas y notamos que alguien se acerca, nos ponemos alerta y apuramos el paso.

Pero evaluar el confort también puede abrirnos los ojos. Cuando estás con alguien que apenas conoces, pregúntate: “¿Esta persona me hace sentir cómodo todo el tiempo?”. Si la respuesta es no, entonces “¿Por qué?”. Nunca ignores las pistas que te indican que algo anda mal, sin importar lo mucho que atesores una amistad o una relación.

Tu subconsciente siempre está trabajando para protegerte, pero debes estar preparado para observar y reconocer lo que sientes.

La lectura del lenguaje corporal, detección de mentiras y la lectura de expresiones exigen, todas, el acto más general de observación. No se trata únicamente de mantenerse seguro o encontrar inconsistencias. Cuando observas a las personas y prestas atención, aprendes todo tipo de cosas nuevas sobre ellas.





Busca patrones.

La observación solamente te llevara hasta cierto punto. Se vuelve útil una vez que localizas patrones en aquello que has observado. Para eso se necesita una visión más amplia de la forma en que funciona el mundo.

La detección de patrones y el análisis de la forma en que encajan con tu experiencia es lo que te permite predecir lo que sucederá a continuación. Cuanto más observes al mundo y a las personas, mejor te volverás en la detección de patrones.

Por ejemplo, el lenguaje corporal no es un asunto universal. Al observar a alguien durante un tiempo, puedes encontrar sus tics individuales y lo que representan. Por ejemplo, una persona puede frotarse la nariz cuando está fingiendo en el póker, mientras que otras se frotan la nariz cuando están enojadas.

Lo mismo aplica para cualquier cosa que ves en el mundo. Observarlo apenas es el primer paso. Hasta que no comienzas a unir todas las partes en algo más grande, resulta complicado descubrir cualquier cosa como una información valida y reconocible. Cuanto más prestes atención y te preguntes el por qué, más aprendes y llegas a nuevas ideas. 

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