Etiquetas

jueves, 12 de diciembre de 2013

"El intercambio"


Era una noche en mi habitación como cualquier otra. Me tumbé en la cama, apagué la luz y cerré los ojos lentamente. De golpe, como si mis propios fantasmas me habrían declarado suya, abro mis ojos, y espectrante, me quedo inmóvil por el vil silencio y extraño ambiente que me rodeaba, sabia que algo no andaba bien. Al instante oigo ruido, pasos que vienen del exterior, algo muy pesado al parecer, ya que lograba sentir la vibración bajo la cama. Acto seguido, me incorporo, pero ya era demasiado tarde. Los pasos cesaron y la puerta se abría lentamente, acompañado del sonido de las tuercas oxidadas. Quedé prácticamente petrificada al visualizar tras la obscuridad a un sujeto, un ser, que me miraba detenidamente, y esos ojos, esos espeluznantes ojos de tinta negra ,y su boca abriéndola muy despacio, cubierta con la misma sustancia, escurriéndose por todo ese esquelético rostro. Al no saber qué hacer me limito a cubrirme bajo las sábanas, cerrando mis ojos con fuerza y temblando a la vez. Al cabo de unos minutos, reúno el poco valor que me queda y observo la puerta nuevamente, ya no estaba. Me tranquilicé, pero, gritos escandalosos y desgarradores invadieron mis oídos, pensando que todo había acabado, la puerta se abre de golpe y supe entonces que aquel demonio estaba conmigo.
Escalofríos se hacían presentes en mi una y otra vez, el frió y el miedo me hacían temblar, y ese maldito ser que se acercaba, que me observaba, podía sentirlo tras la espesa obscuridad de la noche. Su respiración agitada, pesada y caliente tras mi oído: "Eres mía" dijo.
Ahora puedo dormir tranquila, sin tormentos, porque hice un pacto, más bien un intercambio. Tu alma por la mía, si, la tuya,ya que leíste mi confesión, ese fue el trato, saber que él existe, y ahora irá por ti.

No hay comentarios. :

Publicar un comentario