Museo de taxidermia - escrito por Mariana Isabel Cueto Zorola

Bienvenido seas a mi humilde museo,
donde congelamos el tiempo,
en formo y alcohol, agujas y aserrín

Embriagante tiempo, congelado permanentemente.
Ambiente antiguo, ocre sobre los huesos;
la vanidad preservada para la eternidad.

Gritos silenciosos de las almas guardadas,
llorando en sus carcasas vacías.
¡Míralas ahí, eternas, inmóviles!

En los cojines criaturas pequeñas,
en los estantes miembros mutilados
y colgando antiguas esperanzas de algunos.

En las pared principal, extendidos
12 arcángeles disecados, eternos y azules
adornados con flores y aserrín en el vientre

Su mirada fija, ruega piedad.
Sus alas extendías impresionan,
hasta al más incrédulo visitante

Pon atención. Afina tu oído mi amigo,
puedes escucharlos rogar, llorar y clamar piedad.
¡Escucha atentamente y deléitate!.

¿Te ha agradado tu visita?
te has quedado hipnotizado, ¿verdad?,
te invito a quedarte, para siempre.

Serás parte de mi nueva exhibición,
tan bella y tonta criatura.
serás eterna.