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domingo, 7 de diciembre de 2014

Casa.


Es tan sorprendente tan perfecto pero a la vez tan triste, el precio era tan bajo, bueno es normal en una subasta. 
La señora entre lágrimas y sollozos firmó los papeles, tubo que vender su casa por sus grandes deudas y por su precaria situación psicológica. 
El cambio de casa tal vez le ayudé a mi hijo, su autismo era objeto de burla en su antiguo colegio y también en el barrio, espero aquí sea diferente.
Pensar que hace una semana podía pensar eso, estoy al borde de estallar, ellos son malos con él, es peor que antes, porque nos quiere hacer sufrir. Eso, aquella cosa esta atacandonos, mi hijo, su serena actitud se ha convertido en un silencio reactivo, cada vez que lo molestan el responde y les pega.

La psicóloga dice que puede ser por el cambio de casa y por los abusos psicológicos y físicos que el sufre.
Nunca antes me había respondido de esa forma pero ahora algo cambio, él es agresivo.
Tal vez lo que más me duele es ver como mi hijo desciende a la locura ya no puedo controlar por completo sus arrebatos.
Se hizo un amigo al fín, no me lo ha presentado pero los he visto por la casa, espero este sea el fin de este infierno.
La noche a caído el niño no se ha ido o no lo he visto irse tal vez sólo se fue sin despedirse. 


Dormir el mayor placer del día, mi hijo huyendo, mi hijo atrapado, muchas imágenes horribles se presentaron frente a mí. Desperté de un salto para ver...
Dos niños parados frente a mí, ambos iguales a mi hijo ¿cual era mi hijo? Frente a mi en la mesita un cuchillo. Desde la oscuridad se escuchó una voz: "Elige".
La sorpresa me hizo botar el cuchillo, uno de los niños tomó el cuchillo y se apuñaló, yo me desmaye. 


Al despertar no había nada ni sangre ni cuchillo nada, mi hijo estaba durmiendo, el día fue raro, mi hijo tenía muchos amigos parecía no tener aquella enfermedad.
La noche volvió a caer, el sueño me invadio, ella, aquella mujer que me vendió la casa, entre risas dijo: "elegiste bien, me elegiste".
Desperté mi hijo estaba parado frente a mí, el cuchillo de nuevo, el dijo: "matame".
Tomé todos los cuchillos y los escondí, de cualquier manera quiera o no quiera, pase lo que pase, el y ella serán siempre mis hijos.

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