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sábado, 7 de diciembre de 2013

13 fantasmas - prt 3


"El Martillo"

George Markley era un feliz y honesto herrero en 1890, antes de los horrendos eventos que lo transformaron en El Martillo.

Un hombre llamado Nathan acusó erróneamente de robo a Markley y amenazó con correrlo del pueblo y, convencido de su inocencia, George no se dejó intimidar. Cuando su esposa e hijo regresaban a casa, Nathan y sus amigos los mataron brutalmente, colgándolos y después quemando sus cuerpos. Furioso, George los persiguió y los martilló hasta matarlos con su martillo de herrero.

Los del pueblo lo capturaron y arrastraron hasta su taller, donde recibió una forma de justicia brutal: encadenado a un árbol, le martillaron clavos de riel por todo su cuerpo, y lo dejaron a la intemperie para que los cuervos le picaran y como toque final, le cortaron la mano izquierda y le clavaron en el muñón su amado martillo.

Listo para una oportunidad más de venganza, su fantasma se muestra con el cuerpo cubierto de grandes clavos y con un enorme martillo de herrero en vez de mano izquierda. ahora asesinará a todos, vengando a su familia. y dejando a todos clavos en su cuerpo..




"El Aniquilador"

El Aniquilador es el más peligroso de los fantasmas. Es el perteneciente a Horace "Rompedor" Mahoney, un asesino en serie despiadado, altamente peligroso y sanguinario. Por su apariencia y tamaño siempre fue rechazado desde niño: su madre lo abandonó al nacer y su padre lo crió y lo puso a trabajar en su desguace prensando coches viejos. Cuando su padre murió, Horace se volvió loco y se dedicó a recoger a chicas que hacían autostop para llevarlas al desguace, donde las destrozaba usando solamente sus manos, y posteriormente le daba los pedazos a sus perros. Un día recogió a una policía encubierta, quien llamó a los refuerzos y casi de inmediato el desguace se vio rodeado por los SWAT.

Cuando trataron de someterlo, Horace rompió las esposas y tres oficiales perdieron la vida. De inmediato, cinco oficiales de la SWAT dispararon sus armas y Horace recibió una lluvia de balas. Cuando finalmente cayó, le dispararon una ronda extra de munición "sólo para estar seguros". Mahoney descubrió al final que todos los hombres se pueden "romper".

Como resultado, en el más allá su cuerpo está cubierto de agujeros de bala desde la cabeza hasta los pies. El personaje requirió de un traje completo con maquillaje y cinco partes separadas para la frente, nariz, cuello, barbilla y manos.


"El Corazón Roto"


Es el último fantasma necesario para el funcionamiento de la máquina infernal. Debe nacer como un acto de amor puro, y sacrificarse por sus seres queridos saltando al Ocularis Infernum u Ojo del Infierno capaz de ver a través del tiempo, del bien y del mal obteniendo así todo el conocimiento del mundo de los vivos y de los muertos.


"La Princesa Enojada"


"La princesa enojada" es Danna Newman, una mujer que fue bendecida con la belleza de una diosa, pero que no creia en su belleza natural. Novios abusivos minaron su ya baja autoestima, lo que la llevó a practicarse numerosas cirugias innecesarias debido a defectos imaginarios.
A los veinte años su depresión la arrastró a un laberinto sin salida de autodestrucción, del que los médicos trataron de salvarla. Su búsqueda de la perfección la llevó a trabajar como asistente de un cirujano plástico, quien le pagaba practicándole diversas cirugías.
Una noche, estando sola en la oficina, trató de hacerse una cirugía a sí misma, en un intento desesperado por remover imperfecciones imaginarias de su rostro. El procedimiento resultó terriblemente mal y quedó ciega de un ojo y deformada mas allá de cualquier esperanza. Se dio por vencida en alcanzar la perfección, y se mutiló ella misma con un cuchillo de carnicero hasta que sus venas quedaron secas. Cuando la encontraron dijeron que se veía igual de hermosa que en su desperdiciada vida.
Como fantasma aparece completamente desnuda, sujetando el cuchillo con el que se mató a sí misma. Su cuerpo deja ver las heridas que se autoinfligió. Las paredes de su jaula de contención están cubiertas con su propia sangre. Su fantasma susurra: "lo siento"

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