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sábado, 6 de abril de 2013

Pawel




Tenía 7 años cuando conocí a Pawel. Se apareció de pronto, estaba sentado en el pasto mirando a la nada cuando camino frente a mí, se quedó parado sin hacer nada. Era un día nublado, mi familia había ido al hospital ya que mi hermana tuvo un accidente en las escaleras. 

Rara vez aparecía. No había visto su cara, siempre llevaba una máscara, tampoco lo escuché hablar, cuando le pregunté su nombre, él dibujo con el dedo las letras de su nombre en el vidrio. Pero... nunca me agradó mucho su compañía, era tenebroso. Solo se paraba ahí y me observaba por mucho tiempo, solo se iba cuando escuchaba a alguien de mi familia acercarse. Lo peor de todo es que siempre que aparecía ocurría alguna desgracia.

Mi madre quedó en silla de ruedas, mi hermana se fracturó un brazo y mi padre quedó en coma. Y solo con mi familia. Muchos de mis amigos habían tenido terribles accidentes.

La última vez que apareció en mi casa, me acerque a él. Estaba en mi habitación. -No quiero que vuelvas, ya has hecho demasiado daño-. Le dije algo molesto, pero una vibración en mi voz dejó notar el miedo. Hubo un momento de silencio.

-Solo faltas tú-.

Al decir esto, estiro sus brazos en dirección a mí y me empujó por la ventana. Al momento en que caía se quitó la máscara, pude notar una cara destrozada, sangrante. Golpee el piso bruscamente, fracturé muchos de mis huesos y los vidrios saltaron sobre mí. Tuvieron que operarme. Esa noche, Pawel apareció nuevamente frente a mi cama.

-¿Q-que quieres...?-. Me senté rápidamente, moría de miedo. Lentamente se fue acercando a mí, cuando estuvo lo suficientemente cerca, levantó un espejo que sostenía en su mano y lo posicionó frente a mí.

En ese momento me di cuenta de que mi cara era una replica exacta del rostro de Pawel.

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