Etiquetas

sábado, 6 de abril de 2013

Slenderwoman - ¿Qué me crió? (Por : José Ángel Ramírez Pando)



No sé porque escribo esto, tal vez sea porque no sé cuánto poder seguir escapando de esa cosa o si es que por detenerme a hacer esto espero que otro no cuente con la misma suerte que yo. Pero bueno tendré que explicarles todo esto.
Verán yo soy uno de esos niños que luego salen en las noticias por haber sobrevivido en los bosques por mucho tiempo después de alguna tragedia o algo parecido, mi historia comienza con mis padres ambos eran campistas y les encantaban los bosques que estaban a las afueras de Xalapa. Yo todavía estaba en brazos cuando todo sucedió, mis padres y yo ya llevábamos dos días en el bosque cuando mi madre se empezó a sentir mal según lo que ella me conto empezó a sentir mareos, tos muy fuerte pero sobre todo sentía un zumbido en su cabeza ella lo describe como si no fuera algo recibido por sus oídos sino que ella lo sentía en su cabeza. Mi padre llamo por radio a una estación de guardabosques cercana para que la fueran a atender ya que estaba empeorando. Como dije yo no recuerdo nada de esto ya que estaba con apenas 11 meses y si, ustedes se estarán preguntando “¡¿quién carajos lleva a un bebe de 11 meses al bosque?!” pero como dije mis padres eran campistas y pensaron que el aire puro de los bosques me fortalecería o algo parecido me dijo mi madre. Pero bueno, mi madre empezó a empeorar para cuando llegaron los guardabosques decidieron llevársela a su estación para que una ambulancia la recogiera. Mi padre quería ir pero mi madre le dijo que no porque no quería arruinar un perfecto campamento por una simple tos y migraña así que diciendo –Mejor disfruten un tiempo de calidad padre e hijo- fue llevada por los guardabosques y mi padre y yo nos quedamos solos.
Ahora lo que sucedió después es algo que mi madre no me pudo contar dado que ella ya no estaba ahí y el único testigo era mi padre. Usando lo que los guardabosques reportaron al día siguiente puedo suponer lo siguiente. Ellos dijeron que el campamento fue atacado por animales salvajes tal vez lobos u osos pero yo sé que era otra cosa o al menos ahora lo sé pero llegare a eso ya después. El campamento quedo destrozado al igual que el corazón de mi madre al ver que su esposo yacía destripado por los restos del campamento y su hijo de 11 meses desparecido. Como las autoridades supusieron lo mismo acerca del ataque hacia el campamento por parte de un animal salvaje cerraron la investigación y dejaron de buscarme después de 2 semanas.


Ahora mis primeros recuerdos creo que son de un año después aunque son muy borrosos recuerdo estar en lo que yo creo que eran los brazos de alguien, eran de una mujer de piel blanca como la luna y un pelo negro muy largo, recuerdo un susurro en lo mas bajo de mi mente diciendo –Siempre te seguiré, siempre estaré contigo, no importa donde estés, siempre…- A partir de ahí solo fragmentos muy borrosos, recuerdo más gente como ella, igual de pálidos a veces visitándola o es lo que mi pequeña mente pensaba. De ahí todo es muy borroso no puedo recordar nada. Hasta la edad de 5 años mis recuerdos se vuelven claros capaz porque mi mente ya estaba mas activa o es que simplemente mi mente prefirió olvidar. Mi primer recuerdo claro fue un día en el que estaba jugando en el bosque corriendo y persiguiendo un conejo, recuerdo que nunca me alejaba mucho de un árbol en especial, este árbol era grande y debajo de el salía una cueva, la cueva en si no era muy especial pero el árbol, ese árbol estaba lleno de vida a pesar de que su tronco estaba hueco y muy oscuro este daba unos frutos muy extraños pero a la vez deliciosos y muy dulces. Ese día recuerdo haber oído algo cerca del árbol lo que me hizo voltear por unos segundos pero como era un niño no le tome importancia ya que quería seguir jugando con el conejo pero cuando volví a voltear ella estaba delante de mí, mi guardiana, mi cuidadora. Ella siempre vestía de negro y aunque siempre que la veía tenía un aspecto de ella diferente ya sea la ropa, o el pelo siempre tenía algo igual esa era una perfecta sonrisa hecha por un par de perfectos labios negros. Ella era muy alta pero siempre se agachaba para darme un abrazo y ese día no fue la excepción yo solo levante la vista y sonreí. Ella se agacho, me abrazo y después me cargo, a pesar de que esos labios no se movían podía escucharla diciéndome –¿Cómo estuvo tu día?- y yo le conteste que fue muy divertido ya que había hecho amistad con el conejo. Esa noche ella encendió una fogata y como siempre me preparaba algo de cenar esa noche ella me dio carne por primera vez me había dado carne de comer, ella siempre me daba de comer de los frutos del árbol así que como todo niño curioso hice lo que tenía que hacer y pregunte porque. –Porque hoy es tu cumpleaños, hoy es aniversario del dia que te encontré te traje conmigo a vivir aquí en el bosque y por eso quiero que conozcas a mis amigos- entonces muchas siluetas empezaron a salir de entre los árboles y al acercarse a la luz que hacia la fogata me daba cuenta de que eran como ella, igual de altos y pálidos. Recuerdo como uno de ellos se acercó a mí y con una muy grande sonrisa saco de un bolsillo una paleta de caramelo y con sus grandes manos le quito la envoltura y me la dio diciendo -¡Felicidades pequeñín! Gusto en conocerte- su tono era muy agradable y alegre como su traje el cual tenía muchos círculos de colores y me hacia reír pero esa alegría tan rápido como vino se fue ya que después de que este alegre personaje se hiciera a un lado vino otro más serio tanto que hasta empecé a sentir escalofríos pero la voz de ella me tranquilizo –No tengas miedo, estoy aquí- me dijo. Así que vi directamente a la faltante cara de este personaje aunque no tenía cara podía denotar un ceño fruncido debajo de esa palidez. El con una voz fría me dijo –Me sorprendes niño eres extrañamente especial felicidades… pero ten cuidado con estos bosques porque todo puede oler tu miedo y leerte pequeño así que como regalo por tu permanencia y sobrevivencia te dejo esta mascara la talle de la madera de un árbol parecido a este- señalando al árbol de los extraños frutos. –Así nadie podrá leerte- acabo a pesar del regalo que me dio su frialdad se sentía en el aire. Vi a la máscara y sentí como mi cuidadora se sentía un poco molesta por aquel extraño regalo juro haberla escuchado susurrar –Que extraño de él, regalar algono está en su naturaleza- pero otra vez como niño no le tome mucha importancia, entonces el tercero de los que habían llegado era muy parecido al anterior pero este en vez de traje formal usaba ropa de tipo informal y sentía provenir de el una actitud más tranquila. Este se agacho y me dio una sudadera con capucha y me dijo –Bien hecho niño ten esto te verás mejor que con esos harapos además de que te protegerá del frio lo siento si está un poco grande- entonces el me la puso y yo me puse muy alegre no sabía que decir con todos estos regalos entonces voltee a ver a mi cuidadora y ella me dijo –Yo también te tengo un regalo- me dijo ella mientras que me daba una navaja de color negro, yo no sabía en ese momento para que era pero me dijo –Con esto podrás defenderte de cualquier cosa que halla en este bosque pero descuida siempre estaré para cuidarte pero si no al menos podrás dar pelea- dijo aun sin mover esos perfectos labios formando una ligera sonrisa. Acabe de comer y empecé a sentir sueño hasta que entre que mis ojos se cerraban y se abrían me di cuenta de cómo se iban yendo todos excepto ella. Para ese entonces pase de tener 5 años a 6 y al día siguiente empezó una de las partes más difíciles de mi vida, primero me entristecí porque el conejo que era mi amigo ya no estaba en su madriguera y no lo encontraba por ningún lado recuerdo haber llorado un poco pero después llego ella y me dijo –Lo que el bosque da algún día lo reclamara- recuerdo que me abrazo y que me cargo pero esta vez no íbamos hacia el árbol y la cueva. No, al parecer íbamos a lo que parecía un rio. Ella me bajo y me dio mi navaja, me quede viendo hacia la navaja sin saber a lo que vendría después. Ella dijo –Tienes que aprender a cuidarte pequeño y también a saber cómo obtener alimento, no siempre contaras con los frutos de nuestro árbol así que este tiempo lo usaras para aprender- yo estaba muy pequeño pero mi vida en el bosque me había dado una idea de a lo que se refería mi cuidadora. –Ves esa criatura de allá- dijo mientras que señalaba a un venado –Quiero que uses esa navaja para acabar con su vida y así podamos cenar de ella pero ten cuidado no te acerques apresuradamente porque huira- me dijo ahora más seria como si su tono cariñoso se hubiera ido. Yo lo intente pero el ciervo me vio y se fue corriendo entonces ella salió de repente en frente del ciervo y con unos tentáculos le arranco dos piernas entonces me vio y me dijo –Así lo tienes que hacer, tienes que hacerte uno con el bosque para que la caza sea exitosa si ellos corren la caza deja de ser divertida, pero ahora la pobre criatura está sufriendo querido tendrás que acabar con esta pobre criatura- me dijo con un tono frio casi igual a del personaje que me regalo la máscara. Yo con lágrimas en los ojos empuñe mi navaja y se la clave en el cuello y la retorcí hasta que no pude más –Bien hecho pequeñín- dijo fríamente. Ella pasó un año entero enseñándome como cazar a mis víctimas de la manera más sigilosa, como usar a los árboles y al bosque como una extensión de mi mismo para así no dejar que me detectaran. Aprendí a moverme en silencio aun entre hojas secas y ramas. Hasta a veces jugábamos escondidas juntos, ella siempre me ganaba hasta que un día en el que había mucha niebla y el frio calaba los huesos. Me escondí en la copa de un árbol usando nada más que mi delegada complexión para parecer uno más de los conjuntos de ramas del árbol. Salte encima de ella y la sorprendí, por supuesto yo no le iba hacer nada malo a ella más bien la abrace y le dije que al fin la había encontrado primero. Ella solo me abrazo y entonces empezó a llover, ahí fue que me di cuenta de que su perfecta sonrisa no era nada más que pintada, vi como esa perfecta sonrisa se iba convirtiendo en un líquido negro que se resbalaba por su ahora lisa y pálida cara.
-No te asustes yo…- dijo cuándo la interrumpí con un abrazo diciéndole que no importaba ya que aun así para mi ella era bonita. Pude sentir su alegría y nos fuimos como siempre a la cueva. Al día siguiente mientras jugábamos a las escondidas me encontré con una construcción muy extraña en el bosque, yo llevaba puesta mi sudadera y mi mascara ya que hacía mucho frío y era más cómodo para mi. Entonces leí el letrero que estaba a lado de esa extraña construcción (se preguntaran como un niño que creció en el bosque aprendió a leer y sonara simple pero solo se que ella me enseño) el letrero decía “Estación de guardabosques” entonces un hombre sale de ahí y me ve con extrañeza -¿Hola?¿eres de por aquí? ¿tu campamento esta cerca?- recuerdo haber dudado en contestarle y ahora me arrepiento porque de no haberlo hecho y haberme regresado tal vez todo lo que paso después pudo haberse prevenido. Le conteste que vivía aquí, el señor se rio y me pregunto mi edad pero no le conteste ya que no sabía ese concepto, me pregunto por mis padres y tampoco conteste hasta que por alguna razón entro a la construcción y salió con un papel que al parecer tenía el dibujo de alguien. Hasta ahorita no estoy seguro si el guardabosque simplemente tuvo una corazonada y decidió intentarlo o no se. Entonces el me pidió que me quitara la mascara y yo por curiosidad lo hice entonces veo como su cara se pone blanca de la sorpresa yo extrañado le quito el papel y veo que era mi cara pero eso era muy extraño para mi. El hombre saco un celular y marco a la policía aunque no sabía que eran ninguna de esas cosas en ese momento sabía que me tenía que ir así que me puse la máscara y me empecé a mover pero el hombre se lanzo hacia mi aplastándome diciéndome que todo estará bien. La policía llego y sorprendidos igualmente me metieron en su patrulla. Recuerdo que cuando volteé a ver hacia atrás logre ver a mi cuidadora, a mi guardiana y sentía como estaba llorando al igual que yo ella gritaba en silencio pero ella al verme llorar me dijo aun tan lejos pude escucharla como si estuviera a lado de mi –No llores más mi pequeño, siempre estaré contigo, siempre estaré cuidando de ti, observándote desde lejos- yo llore todo el camino ya que abandonaba la única vida que conocía. Pero eso solo era el principio, al día siguiente encontraron a todos los guardabosques del parque muertos, despellejados vivos y con todos los órganos de fuera, yo no sabía que lo había causado pero…
Mierda siento que algo se acerca… tendré que parar aquí lo siento pero me tengo que ir pero descuiden sobreviviré para poder acabar de contar la historia.
*Se para, se pone su máscara y la capucha de su sudadera, guarda su navaja y acciona un programa de envio de correo aleatorio para así poder enviar el archivo al quienes puedan. Se oye un azote de la puerta y el silencio se apodera del cuarto*


*El joven enmascarado se encontraba siendo perseguido por otro en las calles de la ciudad de Xalapa aunque ambos llevaban mascaras uno de ellos (el perseguidor) era diferente, su máscara blanca y con las facciones bien definidas por líneas negras para los ojo y labios de color negro parecía denotar una cara tranquila con una ligera sonrisa pero el otro joven sabia quien era en realidad.
-Sé que es lo que quieres ¡Idiota! Dile a tu amo y a los demás que no les será tan fácil cazarme, se que todo lo que hicieron fue para ver si podían hacer una presa mas interesante y más difícil de cazar. Y si, lo obtuvieron pero ya verán los papeles se cambiaran me vengare por todas las pobres almas que han condenado- dijo el joven mientras seguía corriendo.
Mientras tanto el perseguidor seguía detrás de el corriendo en silencio entonces el joven da la vuelta en una esquina y el perseguidor lo pierde de vista, aunque solo fueron segundos el perseguido con esa mascara simplemente voltea a ver a ambos lados y al no encontrar nada se retira caminando hacia un arbol grande y seco, sus ramas se extendían muy alto todo lo que estaba a su alrededor estaba seco. Mirando por una ventana cerca de ahí el joven ve como su perseguidor se adentraba en la sombra de ese árbol y desaparecía, un simple parpadeo tomo para que el árbol desapareciera de donde estaba. En vez de estar sorprendido el joven solo se quitó su máscara y en silencio empezó a revisar el lugar al que había entrado hace apenas unos minutos. Todo parecía tranquilo en esa casa, sus habitantes al parecer ya se habían ido a dormir ya hace unas horas. El joven que no se podía quedar mucho tiempo porque si no acabaría arriesgando a las personas que viven en ese lugar. Así que rápidamente el joven empezó a buscar una computadora para así seguir escribiendo su historia con el objetivo de que si algo le llegase a suceder al menos quedara evidencia de lo que en realidad sucedió.
El joven encuentra una computadora portátil, la enciende y rápidamente conecta un usb con un programa de hackeo de contraseña para poder acceder. Lo logra y empieza a escribir.*
Muy bien ¿En que estaba? Ah si, recuerdo que al llegar a la central de policía me revisaron para ver que traía conmigo y aunque solo encontraron raro mi mascara y mi navaja también se preguntaban cómo había obtenido mi ropa. Mientras otro policía estaba hablando por teléfono con alguien y en cuestión de minutos una mujer con lágrimas en los ojos empezó a correr hacia mi, yo estaba completamente extrañado. ¿Qué era yo para ella? Me preguntaba en ese momento pero esa duda se fue cuando ella al llegar hacia mi empezó entre sollozos a decir que yo era su hijo.
-Espere tanto tiempo… pensé que ya no estabas vivo-dijo mi recién descubierta madre mientras que repetía lo parecía mi nombre pero en esos momentos parecía no tener significado para mi. Pero aun así tenía un sentimiento muy extraño como si la conociera y la abrace a esa mujer desconocida que me estaba abrazando mientras lloraba la abrace pero fuimos interrumpidos por un policía.
-Disculpe señora pero ahora que ya está usted aquí me gustaría ver si su pequeño nos puede contestar unas preguntas- dijo el policía mientras sonreía hacia mí.
Ya en su oficina saco de su escritorio mi mascara y mi navaja las cuales estaban en una bolsa y me empezó a preguntar de donde las saque incluyendo a mi sudadera. Primero me quede callado pero luego empecé a hablar.
-Sson… mias… mme las regalaron…- dije con dificultad aunque estaba muy sorprendido era como si por primera vez oyera mi propia voz pero eso no estaba bien yo ya hablaba con mi guardiana muy seguido como es que me llegara esa sorpresa. El policía y mi madre se sorprendieron al oírme creo que mas que yo y también podría haber sido porque dije que me las regalaron.
-¿Te las regalaron?¿Quién?¿Acaso no estabas solo en el bosque?- me pregunto el policía cada vez más serio.
-Mmi Guardiana y otros me regalaron mis cosas- dije ahora un poco mas claro.
- ¿Tu guardiana? ¿Otros? ¿Podrías darme una descripción? Es que necesitamos saber como son para encontrarlos y agradecer que te cuidaron ¿verdad?- pregunto el oficial dirigiéndose a mi madre.
-Así es, mi amor esta bien diles como son para que así podamos conocer a esas buenas personas-dijo mi madre sonriéndome.
-Ellos eran altos, muy altos, mi guardiana era alta con cabello negro y una sonrisa mmuy … bonita, otro era muy sonriente rrecuerdo… que me regalaba dulces, los otros dos no… recuerdo su rostro pero si que eran muy… bblancos- les dije aunque por sus caras parecía que no me creían.
-Bueno se entiende muchacho pasaste mucho tiempo allá, solo una cosa más. ¿Podrías dibujar a alguno de ellos?- me dijo mientras que me daba una pluma y una hoja de papel. –Ahora si me permites podrías salir un momento mientras que hablo con tu mamá- dijo mientras que alguien estaba abriendo la puerta.
Pasaron unos minutos y me pidieron que diera el dibujo, el policía se extrañó al verlo y le pidió al que me abrió la puerta que lo viera yo solo escuche que estaba seguro de que yo estaba solo y que como en muchos casos la mente puede crear maneras de desarrollarse y sobrevivir. Aun así el policía decía que como era posible que yo viviera si me perdí cuando era bebé. El otro hombre aseguro que lo más probable es que haya sido un animal y que las cosas las encontré. Yo trataba de decirles que no era cierto pero el hombre me callaba diciéndome que ya todo estaba bien. Al fin después de unas horas mi madre tomo mis cosas y me llevo a lo que sería mi nueva casa. Al principio pensaba mucho en mi guardiana y la intentaba contactar pensando en ella pero no me contestaba. Pasaron unos años, entre al escuela y conocí a mucha gente, a veces en las noches sentía que me observaban pero no me asustaba al contrario lo sentía reconfortante. Conocí a Sara una niña que se acabó convirtiendo en mi mejor amiga pero eso no basto. Cuando tenía Sara y yo estábamos jugando como siempre hasta que un grupo de niños liderados por Ricardo un abusón nos amenazaron con golpearnos si no les dábamos nuestro dinero para la tiendita. Yo me rehusé y puse a Sara detrás de mí, Ricardo me quiso golpear pero me defendí y lo golpee tan fuerte que lo tire. Sus amigos se fueron corriendo pero yo los perseguí y como me enseño mi guardiana los acose uno a uno hasta que los lastime a todos y empezaron a pedirme perdón. Pero mas tarde ellos me acusaron con una maestra, me regañaron y me enviaron a casa. Al día siguiente en el receso me empujaron entre todos y empezaron a pegarme, Sara intento detenerlos pero también la pegaron y la dejaron tirada. Se empezaron a reir mientras que unos me golpeaban y otros me pisoteaban empecé a gritar por ayuda pero nadie venia ayudarme. Cada vez gritaba más y más pero nadie llego hasta que el timbre del receso sonó ellos pararon. Todo el cuerpo me dolía pero tenía que ver como estaba Sara. Fui a verla y empezó a llorar al verme, le dije que estaba bien que no se preocupara por mí porque iríamos a la enfermería para que nos pusieran unas banditas y que nos vieran. De camino a la enfermería vi como muchos pájaros volaban fuera del bosque como si algo los hubiera asustado, yo me puse triste al ver el bosque porque pensé que mi guardiana vendría a salvarme pero decidí sonreír para que Sara no se preocupara. Despues de que la enfermera nos ayudara fuimos con la directora a acusar a Ricardo pero no nos hicieron caso aunque yo estaba golpeado y Sara lastimada aun así parecía que la directora preferia ignorar eso por alguna razón. Vi su escritorio y me di cuenta gracias a unas fotos que Ricardo era su hijo, yo me enoje y le dije que le diría a mi mamá. Al llegar a mi casa le dije a mi mamá lo que había pasado y ella me dijo que hablaría con la directora. Esa noche subi a mi recamara y encontré mi ventana abierta y encima de mi cama estaba uno de los frutos del árbol que estaba encima de la cueva en donde vivía. Yo lo tome y con un poco de alegría lo comi, sabia tan rico y dulce como lo recordaba después de acabármelo me dormí y entonces soñé con mi guardiana ella estaba viéndome pero sentía mi tristeza. Yo le pregunte que porque no me ayudo, ella me había prometido que estaría conmigo pero no me ayudo ella simplemente bajo la cabeza y se desvaneció. Desperté a la mañana siguiente y todo paso bien hasta que llego la hora de que mi madre hablara con la directora. Yo estaba afuera de la dirección pero oia como ambas estaban discutiendo de porque si o porque no castigar a Ricardo. Hasta que empiezo a oír otra cosa.
-Mire Señora en esta escuela no toleramos a gente deshonesta y su hijo esta mintiendo, Ricardo nunca lo golpeo el es un buen chico además quien le creería a ese niño por dios ¿ha visto lo que dibuja? Nuestra pedagoga dice que lo que dibuja es muy clásico de niños que desarrollan esquizofrenia crónica- dijo la directora mientras que me asomaba para ver de que dibujo hablaban.
-Yo… no ese dibujo solo muestra a mi niño, a mi y a lo que él llama su guardiana, la cual es solo invento de su imaginación ya que le había dicho que me niño estuvo en el bosque viviendo hasta los seis años es solo eso- dijo mi madre.
-Yo no lo creo, dibujar gente específicamente así sin cara y alta es signo de algo mas. Nuestra pedagoga asegura que en Estados Unidos eso ha estado pasando mucho últimamente y todos los pacientes siempre hablan de bosques. Acéptelo señora su hijo esta enfermo- dijo la directora mientras azotaba el dibujo en el escritorio.
Mi madre salió, me vio y sonrío. Me dijo que nos íbamos a ir y que me cambiare de escuela porque aquí son mentirosos. Yo recuerdo estar triste por Sara pero lo bueno es que ella vivía a dos calles de mi casa así que aun la podía ver.
Al día siguiente mientras que estaba desayunando con mi madre, oí en la tele algo que me extraño y sorprendió mucho.
-Esta mañana se nos ha reportado la desaparición de cuatro niños y un adulto por el momento la policía no tiene ninguna pista, aunque se nos ha confirmado que el adulto desparecido es la directora de la escuela primaria “Jane y Jeffries” junto con su hijo. Al parecer la policía menciona que la casa de la desparecida directora fue victima de cierto tipo de vandalismo ayer en la noche se reportan que todo estaba tirado como si alguien hubiera entrado a destrozar todo pero no se llevo nada. Los mantendremos informados.-




Pude ver la sorpresa en la cara de mi madre mientras me abrazaba diciendo que todo estaría bien aunque no sabía en ese momento a que se refería lo más probable es que la escena le recordaba al campamento de hace muchos años atrás.
Pasó el tiempo y jamás encontraron a la directora ni los niños, la escuela cerro y todo parecía estar tranquilo. Sara y yo estuvimos juntos hasta nuestro último año de preparatoria, estábamos muy enamorados. ¿Quién lo iba a creer? El niño del bosque con una de las chicas más bellas de la escuela y lo mejor de todo es que ella era mi mejor amiga de la infancia. Eso es lo que siempre pensaba y así fue pero un día toda esa alegría se fue cuando un día mi madre encontró en mi recamara uno de los frutos que me daba mi guardiana, yo lo había guardado en mi recamara el día anterior para comerlo después de que llegara de hacer ejercicio ya que siempre sentía una recarga reconfortante de energía al comerlos. Pero lamentablemente mi madre extrañada por el raro fruto me marco a mi celular para preguntarme que era, yo le dije que era una fruta que compre en el mercado que era traída de Brasil así podía evitar decirle su verdadero origen pero entonces mi madre se quedó callada.
-¿Mama? ¿Sigues ahí?- dije extrañado.
-… Si hijo es solo que oí un ruido abajo pero no ha de ser nada, bueno solo te dire que si no encuentras tu extraña fruta es que ya me la comí- dijo mi madre riéndose. A ella le encantaba comer fruta silvestre y no era de extrañarse que quisiera probar ese extraño fruto que su hijo tenia guardado. Ahora me arrepiento de no haberle dicho que no lo comiera.
Pasaron unas dos o tres horas hasta que mi celular suena mientras que yo estaba en el parque con Sara.
-¿Bueno?- dije preguntándome quien interrumpe in bonito rato con mi novia.
-¿Disculpe es usted el hijo de la señora Alejandra Carrero?- dijo una voz que para mi era desconocida pero ese era el nombre de mi madre.
-Si, ese soy yo. ¿Quién habla? ¿Qué sucede?- dije aún más extrañado.
-Lamento informarle esto, hablo desde el hospital Ramos Kerpinianos. Su madre ha muerto… los estudios preliminares muestran que ingirió algo de extrema toxicidad. Lo que causo que PH de su estómago cambiara repentinamente causando un desequilibrio en el ácido de su estómago- dijo con una voz de pesar.
-¿Qué? ¿Mi madre está muerta? ¿Pero cómo? ¿Qué la intoxico? No… no puede ser- las lágrimas corrían por mis ojos mientras que Sara también sorprendida por lo que decía estaba abrazándome pero eso no servía, mi madre estaba muerta y lo peor de todo es que creía saber que había causado su muerte.
Después de ir al hospital a reconocer el cuerpo y firmar los papeles necesarios para que la cremen ahí mismo, Sara y yo fuimos a mí casa. Yo estaba en shock mi mente no podrá olvidar jamás la imagen del cadáver de mi madre su boca sin labios mostrando lo que quedaba de sus dientes consumidos por el ácido que estuvo vomitando pero lo peor fue ver su estómago o más bien el hoyo donde debería estarlo. El ácido quemo sus entrañas hasta que salió, los doctores me dijeron que mi madre marco al 066 para que una ambulancia la recogiera porque empezaba a sentirse mal pero cuando llegaron a la casa mi madre ya estaba inconsciente con una burbuja de acido en su estómago, lo único que pudieron hacer los paramédicos fue transportarla hasta el hospital donde murió 15 minutos después.
Llegamos a mi casa, todo estaba en silencio como si mi hogar sintiera que algo había pasado. Sara llamo a sus padres para avisarles de que se iba a quedar conmigo por lo sucedido. Yo le insistí que no era necesario pero ella aun así decidió quedarse. Mientras que Sara se arreglaba empecé a buscar lo que quedo de aquella fruta. Yo pensaba que lo más probable es que se halla descompuesto y que eso causo la intoxicación pero aun así tenía que ver si la muerte de mi madre fue mi culpa. Después de 10 minutos no encontré nada acabe pensando que mi madre la comió toda pero aun así no se me quitaba la sensación de que yo era el culpable. Sara y Yo después de cenar nos fuimos a la cama y quedamos dormidos casi instantáneamente pero unas horas después una extraña sensación había regresado pero esta vez me pare porque sentía había alguien mas en la casa. Al pasar por la ventana creí ver algo o a alguien al otro lado de la calle. Por un segundo creí reconocer a lo que estaba ahí pero tan rápido como apareció se fue.
Pasaron dos años, Sara y yo seguíamos juntos y ya éramos universitarios. Además ya vivíamos juntos era la víspera de navidad y habíamos decidido ir a acampar al mismo bosque en el que me encontraron aunque yo me negué al principio Sara me convenció diciéndome que así nos podríamos conocer mejor sabiendo mis orígenes aunque yo sabía que solo buscaba una excusa para alejarse del ajetreo que eran nuestras vidas. Y así después de mucho tiempo regresamos al bosque que fue mi hogar durante 6 años. Sentía como si nunca me hubiera ido, los arboles a pesar de ser invierno tenían flores en ellos y todo parecía lleno de vida era como si la mismísima esencia del bosque estuviera recibiéndome con alegría.
Yo igual estaba muy feliz y Sara lo sabía nos besamos por un rato y nos pusimos a preparar el campamento. Todo estaba bien, las primeras dos noches fueron hermosas. El cielo estaba claro y se podían apreciar las estrellas además de eso logre enseñarle a pescar a Sara y acabamos comiendo los peces del río que habíamos atrapado. Yo estaba preparándome mentalmente para hacer lo que todo hombre debe hacer al encontrar a la indicada con la que pasara el resto de su vida, estaba listo para pedirle matrimonio así que el tercer día le dije que iba a ir por leña pero en realidad solo estaba buscando una flor en la cual poner el anillo y así darle la flor y ver como todo se desarrolla. Y justo antes de que me fuera ella me dio un abrazo y me dijo:
-Mi amor ¿no se te olvida algo? En la radio dijeron que iba a bajar mucho la temperatura el día de hoy ¿porque no te llevas esto contigo?- dijo mientras que me daba mi antigua sudadera junto con mi mascara y navaja.
-Sara, la sudadera está bien pero ¿para que la máscara o la navaja? no me voy muy lejos- le pregunte riéndome un poco.
-Bueno es que ya está anocheciendo y no quiero que te pase nada, además quiero ver cómo te veías cuando vivías aquí ándale- dijo sonriéndome juntando sus manos y agitándolas, ¿Cómo iba a negarme? Así que me puse la máscara y mi vieja sudadera que aunque vieja me quedaba perfectamente, hice unos movimientos mientras que Sara se reía hasta que le dije que iba por la leña que le había dicho ella cambio su cara de alegría por una expresándome “Aguafiestas”.
Así que me adentre en el bosque para buscar la flor con la que pondría el anillo, aunque solo fuera algo rápido no podía evitar sentir lo natural que era para mí estar en el bosque, con todo lo que tenía en esa época entonces a lo lejos vi una flor de “galán de noche” llamadas así ya que solo dejan salir su perfume y florecen de noche. Fui a arrancarla de su enredadera y empecé mi regreso al campamento pero entonces una niebla muy gruesa salió de la nada, empecé a correr porque por alguna razón esa niebla se me hacía familiar pero a la vez un mal presentimiento inundo mi cuerpo y empeoro cuando oí a Sara gritar.
Pero cuando llegue al campamento Sara estaba ahí con su pelo suelto y solo con una camisa de botones puesta. Ella me vio y me dijo que había visto un ratón y que por eso grito yo me tranquilice después de oír eso.
-Sara me asustaste mucho, no lo hagas de nuevo ¿si?- le dije a Sara ya más tranquilo, ella solo me miro y sonrío con esa hermosa cara que tiene y se fue acercando hacia mi desabrochándose uno a uno los botones de esa camisa dejando casi al descubierto su pecho. Ella me abrazo y me beso.
-Está bien mi amor ya no te asustare así no te preocupes, yo siempre estaré contigo- dijo Sara con su hermosa voz haciendo eco por mi mente mientras que yo veía a esos perfectos labios. Le dije que la amaba y que quería pasar toda mi vida con ella. Saque el anillo y me puse de rodillas la luna estaba en su punto.
-Sara, ¿te casarías conmigo?- le dije sonriéndole.
Sara puso su mano en la mía preparada para recibir el anillo.
-Acepto, te prometo que siempre estaré contigo, que siempre estaré cuidando de ti, observándote desde lejos. Como siempre lo he hecho- dijo Sara mientras la luz de la luna se postraba en su cara.
Entonces un recuerdo azota mi mente ¿Qué es lo que acaba de decir Sara? Y entonces recordé lo que mi guardiana me prometió cuando fui alejado de ella. Pero no podía ser, primero pensé que era mi mente haciendo me juegos pero después me di cuenta de algo horrible.
La luz de la luna hacia ver algo en la cara de Sara o mas bien algo debajo de su cara, de su piel. Pude ver pequeños tentáculos moviéndose debajo de su piel pude oir a Sara preguntarme que me pasaba y ahí fue cuando lo vi.
Me di cuenta lo que estaba pasando esos pequeños tentáculos estaban moviendo los labios de Sara al igual que toda facción de su cara. Y me di cuenta de que de esa boca no salía voz alguna ese eco era en realidad otra voz en mi cabeza imitando a Sara pero ¿Por qué sabía esto? Todo regreso a cuando estaba pequeño y hablaba con mi guardiana. Ahí me di cuenta de que en realidad nunca hable con ella, al menos no con mi boca me di cuenta de que estaba hablando directamente a mi mente como una clase de telepatía.
-¡¿Quién eres?! ¡¿Qué le hiciste a Sara?!- le grite. Al principio la que yo pensé que era Sara parecía extrañada pero después se puso cabizbaja.
-Yo… pensé que no te darías cuenta…- dijo con una voz cada vez más extraña aun sonaba a la de Sara pero también como si hubiera otra más en el fondo.
-Claro que me daría cuenta pero me ayudaste diciendo lo que alguien más me dijo hace ya mucho tiempo eso y la luna revelando tu secreto, además me creerías tan tonto como para confundir a alguien fingiendo ser Sara, ella ha estado en mi vida más tiempo que nadie- le dije a la falsa Sara.
-Eso no es cierto… yo solo quería pasar el resto de tu vida contigo pero ya no desde lejos, quería estar a tu lado y pensé…- justo en ese momento la interrumpí.
-Pensaste ¿Qué? Que ibas a poder reemplazar a Sara sin que yo me diera cuenta y vivir felices para siempre… espera ¿dijiste pasar el resto de mi vida conmigo pero ya no desde lejos? ¿Qué mierda quisiste decir con eso? ¿Acaso me estuviste acosando?- dije extrañado y furioso.
-No… yo jamás te acose solo hice lo que te prometí ese día que te llevaron y te alejaron de mi lado…- me dijo.
-¿Desde que me alejaron de tu lado?- yo quede pasmado con lo que me dijo no podía asimilarlo si ella estaba diciendo la verdad, entonces quien estaba frente mío era mi guardiana pero eso no era posible ella era muy alta y blanca no era nada parecida a Sara.
-Se lo que estás pensando… no yo no me parecía nada a Sara pero al ver como la amabas pensé que si me veía como ella me amarías como ella pero ya veo que no- alzo la cara y pude ver que lágrimas negras salían de sus ojos. Vi como la piel de la falsa Sara empezó a rasgarse como si algo más saliera de ella. Y ahí mi sangre se puso fría, de la piel logre ver como los pequeños tentáculos salían uno a uno y se despojaban de la piel como si fuese un trapo viejo. Ahí la vi, a mi guardiana parada en frente de mi, con su largo pelo y su piel blanca completamente desnuda hasta que cada uno de los pequeños tentáculos se fueron uniendo y se convirtieron en lo que parecía un vestido.
-Yo pensé que esa piel serviría pero te enseñe a ver demasiado bien y de verdad lamento eso ahora lamento lo que estoy a punto de hacer- me dijo mientras que yo estaba sorprendido por todo eso alcance a ver como un tentáculo salió de su espalda y como látigo me pego tirándome hacia un árbol cercano. Tan fuerte choque contra el árbol que algo cayo hacia mis piernas primero pensé y cuando me di cuenta mi corazón se rompió.
Era el cuerpo de una joven que había sido despojada de su piel yo me asuste y me lo quite de encima pero entonces vi lo peor que he visto en mi vida de la cabeza de ese cadáver salían cabellos de color rubio, un rubio al que estaba acostumbrado de ver siempre que despertaba era el rubio de Sara.
Mi guardiana se acercó a mí y ahí fue donde me di cuenta de lo que ella había hecho.
Con lágrimas en mis ojos le grite -¡Cómo pudiste! ¡Cómo te atreves a quitarle la piel a mi amada y vestirla como si fuera simple ropa! ¡Monstruo, como pude haber vivido contigo! ¡Eres un horrible monstruo me escuchaste!- mientras que yo le gritaba, de ella nada mas venia silencio. Yo tenia lista mi navaja estaba segado por la ira y entonces me lance hacia ella con todo. Ella reacciono y quiso golpearme con su tentáculo pero esta vez mi instinto entro en acción y lo agarre en pleno golpe, saque mi navaja y con su filo de color negro como aquella noche se lo corte. Pude escuchar como grito en silencio pero me di cuenta que ese monstruo titubeante al hablar ya no estaba presente, la había enojado. Solo puedo suponer lo que ella estaba pensando en ese momento pero mientras que ella seguía aturdida por el dolor yo aproveche para darle una patada en su estómago y corrí.
Alcance a agarrar mi mascara mientras corría y me internaba en el bosque, solo podía escuchar que ella me decía en ese momento.
-¡Maldito bastardo! Debí haberte matado cuando mate a tu padre pero los demás insistieron en que te diera la fruta porque querían ver como todo tu pequeño cuerpo se ahogaba en su propio acido, pero cuando no pasó nada sabía que eras especial, sabía que eras uno de nosotros o algo parecido y yo iba a ser quien debía estar a tu lado pero eso ya no importa ahora solo quiero acabar con esto y me das risa ¿sabes? Porque te internaste en el bosque, no te das cuenta que este es mi hogar que nadie me puede ganar a mí ni a los míos aquí- dijo mientras que yo estaba atontado ¿Uno de ellos? Recuerdo que me decía en ese momento que no me parecía a ellos. Ella parecía estar casi flotando por el bosque.
-No se si lo que dices es verdad, pero hay algo que se te olvida- le dije.
-¿Qué se me olvida? ¿Qué eres otro débil humano como de los que me alimento?- dijo riéndose mientras que una boca negra se empezaba a trazar en su inexistente cara.
-No, se te olvida que yo también pertenezco aquí- salte encima de ella y con una piedra que había agarrado la golpee fuerte en la cabeza aunque supe que no podría noquear a esa cosa sabía que podía aturdirla así que después de repetidos golpes con la piedra, entonces la agarre de sus tentáculos y le corte otro ahí fue que aproveche y corrí para salirme del bosque.
Y desde entonces he estado huyendo de los monstruos que acechan en los bosques y sus sirvientes, se que muchos han muerto en sus manos pero yo conocí un lado mas retorcido de ellos.
Ahora no se si es verdad lo que me dijo ella al respecto de los frutos pero de algo estoy seguro buscare una forma de matarlos y a así vengare a Sara y a todos los que han caído en las manos de ellos.
Y esta es mi historia así que te advierto te acerques a los bosques y más si te sientes seguido u observado. A ellos los conocerás como “Slenders” pero a mí solo llámame … El vigilante.
*Se para y deja la computadora corriendo con el programa de envió aleatorio, agarra sus cosas y sale por donde entro desapareciendo en la noche*



No hay comentarios. :

Publicar un comentario