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martes, 21 de mayo de 2013

Ojos de Porcelana


Tenia 10 años cuando nos mudamos a esa casa, lo recuerdo bien, una gran casa en un pueblito a las afueras de la ciudad. Con mama nos pasamos horas limpiando lo que seria mi nueva pieza y al llegar al closet vimos que en la parte de arriba había una muñeca de porcelana, tenia un hermoso vestido y unas trensitas a los lados, la única parte horripilante era que no tenia ojos, era como si alguien le hubiera hundido los dedos hasta que se salieron de las cuencas al verla obviamente me asuste pero mama dijo “no te preocupes cariño, la arreglaremos y veras que quedara hermosa!” asentí un poco desconfiada ya que nunca me habían gustado las muñecas pero para alegrar a mama acepté. 

pasaron los días y no la volví a ver hasta que un día mamá volvió de la ciudad con la muñeca en mano, ahora su vestido estaba limpio y su pelo estaba bien peinado y en los agujeros de su cara había 2 ojos celestes, en verdad era una muñeca hermosa y mama la coloco en la mesita junto a mi cama. seguía produciéndome un poco de temor pero ya con los ojos puestos me tranquilizaba. Esa noche desperté y al buscar un vaso de agua en la mesita note que la muñeca tenia la cabeza girada hacia mi y tenia una especie de sonrisa espantosa y antes de que pudiera decir una palabra escuche un “JUEGA CONMIGO O YA VERAS” seguido de una risa macabra.

Salí corriendo de mi pieza hacia la de mis padres los cuales me tranquilizaron y me fueron a acostar a mi pieza y con esto se llevaron la dichosa muñeca de mi habitación con lo cual me pude volver a dormir. Desperté en la mañana en medio de un silencio enorme, no escuchaba a mi mama preparando el desayuno o a mi papa encender el auto así que salí a buscarlos peor no los encontré por ninguna parte. Al entrar en su habitación vi lo que simplemente me horrorizo! ambos están jugando en su cama con la muñeca y ninguno de ellos tenia ojos! las cuencas de sus ojos estaban vacías! al igual que los de aquella muñeca la cual se volteo a mirarme con esos ojos vacíos. Estaba congelada no sabia que hacer y de pronto solo una risa diciendo “te lo dije! ellos jugaran conmigo ahora así que ya no me haces falta…” al decir esto mis padres se voltearon a verme también con sus agujeros negros y comenzaron a reír desquiciadamente, seguido de esto la puerta se cerro de golpe.

salí corriendo de esa casa y no pare hasta llegar a la ciudad en donde nadie ni la policía ni los medios me creyeron… y ahora después de 10 años sigo en este manicomio encerrada sin poder olvidar esa mirada vacía y escuchando aun esas risas desquiciadas… sinceramente siguen sin gustarme las muñecas.

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