Mi angustia no tiene límites, mis sentidos de un hilo penden.
Siento tu voz, hacia ella me muevo, sólo para la nada encontrar.
Esto no puede ser verdad, se que tu estabas ahí.
Eso nunca sucedió, fue sólo producto de mi retorcida mente.
Se qué estas ahí observando, no te tengo miedo.
Nunca te hubiese hecho daño, si tan sólo me hubieses escuchado.
No, aléjate, vete de aquí, déjame en paz, porque haz de torturarme, si intente hacer las cosas bien.
Te libre de ese mal, del que tanto te quejabas, porque ahora intentas herirme.
Vete, no me molestes más, quiero reflexionar sobre los hechos pasados, déjame sólo.
El frío piso se mezcla con mi cuerpo, ya no siento miedo, el cansancio desapareció, siento sueño, quédate tranquila, pronto estaré a tu lado, para así siempre juntos poder vivir.
Al final tenías razón, no es tan malo vivir así, lamento el daño que te hice, desde ahora estaré aquí para protegerte, para que nada malo te suceda.
Ya estoy aquí, aléjense de ella, me pertenece, peleare por ella, aunque una eternidad me cueste, nos volveremos a ver, si no puedo encontrarte aquí, lo haré en otro tiempo, en donde las cosas sean mejores para nosotros.
Recuérdame, siempre te adore, jamás podría haberte echo daño, la culpa me consumió, pero ahora veo con claridad, siento que nuestro reencuentro está cerca, pronto amada mía volveremos a estar juntos, para así, poder volver a luchar.
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