El viento soplaba fuerte mente mientras yo trataba de seguir respirando, él se acercó a mi lentamente para confirmar con horror y alegría lo que sus ojos le habían mostrado momentos antes, aunque temblaba quería que se acercara a mí, lentamente estiró su mano y me tomó entre sus brazos y yo aunque tenía el corazón al descubierto trate de pensar que podría vivir, él como siempre con sus negros ojos me miro mientras para los demás sólo es un demonio para mi es mi señor... El rey sin corona que puede asesinarme cuando quiera y tomar mi vida de un sólo soplo. Me miraba tratando de ocultar la satisfacción al ver el caos y la sangre, al ver toda la masacre que había acusado, no podía ocultar la ficha que sentía al ver mi dolor pero a la vez le atormentaba ver lo que me había hecho... Su rostro estaba tan perturbado y a la vez tan complacido con la escena que no sabía que pensar hasta que de sus ojos vi caer gotas de sangre cual lágrimas, en ese momento tomé su mano y la puse sobre mi corazón y le dije: "toma lo que es tuyo"
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