Su hermana Olivia por el contrario es una persona creyente de la religión desde que acudió a un retiro religioso... a partir de ese entonces defiende fervientemente todo lo relacionado a esos temas, pero aun así es la típica traga santos y caga diablos, son mas las criticas y chismes que salen por su boca que los mandamientos. Eso si jamas podrás ganarle en una discusión ya que ella tiene la razón siempre aunque el cielo sea azul si ella dice que es verde... es verde.
Ambas viven juntas, por lo que ya se imaginaran la situación, siempre pelean, discuten y se enojan. Nunca esta de acuerdo la una con la otra.
Pero una noche cuando Olga platicaba con un amigo en la sala, él que también es religioso, empezó a persuadiría sobre su consumo de alcohol y tabaco, diciéndole que a Dios no le gustan esas cosas... Olivia siguió con el sermón y entre los dos sacaron a flote los temas religiosos.
A lo que Olga respondió en broma:
- No lo creo, yo ya estoy más endiablada que nada-
-Fíjate muy bien lo que dices - contesto su amigo.
La platica poco a poco perdió interés y cuando menos lo pensaron ya estaban hablando de otras cosas.
Como ya era muy noche decidieron irse a descansar.
Las dos duermen en el mismo cuarto ya que su conciencia no las deja dormir solas, pero esa es otra historia.
Olga duerme junto a la ventana exterior pegada a la derecha de su cama y Olivia duerme con su cama enfrente.
Alrededor de las 3:00 am a la hermana religiosa la despierta un ruido extraño, proveniente de afuera, se levanta sigilosa de la cama y distingue a través del vidrio como hay un gato arañando la ventana. Esos vidrios antes se usaban o se usan aun para distorsionar los reflejos de las ventanas de esa manera no se puede apreciar a quienes estén dentro o fuera gracias a las incrustaciones estrelladas que poseen.
Olivia mira curiosa al felino rascando impetuoso la ventana, demasiado extraño ya que ningún vecino tiene gatos.
Intenta asustar al animal pero este parece no escucharla, cuando decide abrirla para espantarlo, escucha el murmullo de Olga.
-No abras la ventana!
-Por que no? - pregunta Olivia
-No la abras! - vuelve a decir
-Quiero asustar al gato- responde
- Eso no es un gato...
-Entonces que es?
El silencio de Olga se vuelve inminente, no responde la pregunta y le pide que se olvide de el gato y que vuelvan a dormir.
A la mañana siguiente, Olivia le pregunta a Olga que fue lo que vio tras la ventana.
Olga le responde que lo que ella vio era un hombre, grande, dos prominencias oseas salían de su cabeza y con sus uñas largas y afiladas rascaba la ventana.
Que habría pasado si Olivia hubiera abierto la ventana?
Interesante no?... mi tía desde entonces ya no bromea sobre ninguno de esos temas y menos de noche... si se preguntan por que Olivia vio un gato, se dice que los gatos son la representación del diablo sobre la tierra.
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