SARA THE KILLER

Sara era una chica normal, pero no mucho en cuanto a los gustos, a ella de gustaba mucho en metal, rock y j-pop, cosa que a las demás chicas no les era normal, pero lo que les perturbaba mas era la extraña psicología de Sara, a ella le gustaba mucho dibujar cosas sangrientas se podría decir que eso era algo hermoso para ella, pero para las demás chicas de su edad no era perturbador.


Una noche Sara nuevamente no podía dormir, por mas que intentaba cerrar los ojos no podía así que decidió levantarse tomando su lámpara de color rojo, se dispuso a sentarse en el sofá mientras veía la luna desde la ventana de la sala, por alguna razón dejo escapar una sonrisa psicópata al momento como si su cordura de hubiera ido de su mente, ella comenzó a recordar varias ocasiones que le hacían enfadar y todo lo que hubiera echo para no volver a ver a esas personas que le molestaban, se levanto aun sonriendo, saco unas prendas que le gustaban. Una blusa de la banda de ZOÉ, unos pantalones azul oscuro, una palestina roja con negro y sus converse negros que tanto le gustaban. Termino de vestirse a lo que se dirigió a la cocina si hacer ningún ruido, tomo el cuchillo mas grande y lo comenzó a afilar, tras ese acto se acerco al cuarto de sus padres sin que se dieran cuenta, recordó que hace unas pocas hora le había regañado con respecto a lo que dibujaba, el simple recuerdo termino con la cordura de Sara, pues de podría decir que su cordura se iba fragmentando con el paso de los años, después de haber sufrido tanto en su infancia y una breve parte de su adolescencia. Sara salio por la ventana de la cocina sin que nadie se percatara de sus movimientos, el perro comenzó a jalar de su cadena haciendo algo de ruido pero lo único que se escucho fue como la puerta del cuarto de sus padre se abría para ir a ver que pasaba en el momento, Sara se escondió rápidamente entre el lugar mas oscuro del jardín, solo escucho como su madre salía a ver lo que pasaba, a lo que no se encontró nada pues así que se volvió a meter a la casa, Sara volvió a salir acariciando al alegre perro por talvez ultima vez e izo lo mismo con su pequeña perrita, ella quería mucho a sus mascotas tanto que era incapaz de hacerles algo.

Sara salio a la calle si hacer ningún ruido con la puerta, ella camino sin rumbo fijo, llego cerca de un parque estaba completamente solitario termino encontrando a unos borrachos cerca de las calles, Uno de ellos logro ver a lo lejos a Sara a lo que se acerco a ella.
-hey no quieres venir a divertirte con nosotros?-
-no gracias, pero no me interesa estar con ustedes- respondió ella de forma que a cualquiera hubiera considerado grosera
-vamos, te prometo que te divertirás-
-no, has visto la hora? Creo que deberías irte …a … dormir- dijo Sara alzando la mirada con su tétrica sonrisa apuñalando al instante al hombre en el estomago – buen niño – dijo en una risa

Los hombres que estaban presentes quedaron aterrorizando pensando que talvez seria una alucinación por culpa del alcohol, pero Sara se dirigió hacia ellos haciendo lo mismo, a los hombres los puso juntos viendo sus tristes rostros ensangrentados 
-Oh vamos, no estén tristes, saben yo también estaba así pero ahora puedo sonreír libremente jeje- dijo Sara cortando una sonrisa en los rostro de los hombres – ahora si pueden dormir felizmente… creo yo jajaja, bueno es mejor que me vaya antes de que alguien me vea, me pregunto a donde jajaja- dijo levantándose dibujando una cruz con cabeza de flecha

Pasaron pocas semanas, los asesinatos eran cada vez mas horribles, eran casi como los que Sara solía dibujar, esto no deja de aparecer en los noticieros al igual que la desaparición de Sara –terribles asesinatos en el país de México, aun se desconoce el paradero del asesino la única pista que deja este asesino en una cruz con cabeza de flecha, algunos los creen satánico, en otro caso sigue desaparecida Sara--- ------- ------ ----- de 13 años de edad, aunque autoridades sospechan que esta chica sea la asesina, pero su familia asegura que ella es incapaz de hacerle daño a alguien o eso se cree- eso fue lo único que se dijo ante las cámaras.

Otra noche, otro asesinato, las calles desoladas y solo una persona anda en ella, Sara hacia sus paseos de noche para ver quien será la próxima persona que se ira a dormir, a l lejos ella vio una ventana semiabierta cerca de un árbol, ella no era muy hábil subiendo en los árboles pero se podría decir que valió el intento, ella metió el filo del cuchillo por aquel pequeño espacio haciendo que se abriera lo suficiente para abrirla manualmente, vio que se trataba de la habitación de alguien talvez menor que ella, se metió  sigilosamente a ver quien era la persona que estaba soñando, era un pequeño niño, Sara lo miro con ternura recordando a su pequeño primo y sus hermanos mayores cuando estaba dormidos
-Es una lastima que seas el siguiente en vivir en el mundo de los sueños eternamente, mi buen niño que tengas un lindo sueño eterno- dijo Sara entre susurros clavando el cuchillo en el pecho de niño, pero algo no le concertaba, al parecer el niño estaba sonriendo, talvez un lindo sueño que ahora sea eterno. Sara prosiguió con toda la demás familia que estaba en la casa, se dio unas vueltas por la casa hasta encontrar la sala de lavado donde logro notar una botella de lejía –me pregunto si estaré lista para esto- dijo tacando la botellas de lejía es sus manos – bueno creo que si pero aun me falta el alcohol, creo iré a revisar otra vez por toda la casa- se dijo a si misma, encontró fácilmente alcohol sin ninguna dificultad, se dispuso a buscar algún mechero en la casa, al encontrarlo salio de la casa dirigiéndose a su paradero que talvez nadie encontraría. Se echo la lejía y alcohol reservando un poco las otras personas talvez, tomo una cubeta con agua poniéndola cerca para echársela cuando sea tiempo, encendió el mechero que con un solo toque de su mano se empezó a quemar, Sara no pudo evitar dejar salir un enorme grito, dirigió sus manos a la cuba de metal ella ya sabia que seria entupido poner el agua en un de plástico ya que se derretiría con el simple contacto, se echo el agua apagando las llamas de su cuerpo, empezó a vendarse el cuerpo por mas que le doliera siguió vendándose, finalmente termino de ponerse las vendas en el cuerpo incluyendo el rostro, se fue a una cama que estaba cercana disponiéndose a dormir.

 

Ah pasado un mes sin asesinatos, un mes en que Sara se dispuso a recuperarse de las quemaduras, finalmente llego el día que ella tanto esperaba, el día en que se quitaría las vendas de todo su cuerpo, cuando retiro todas las vedas de su cuerpo, fue a ponerse su ropa aun manchada de la sangre de sus victimas se miro en un espejo algo viejo, se quedo impresionada con lo que estaba viendo, su rostro era completamente blanco, su cabello castaño se volvió de un negro chamuscado, su piel tan blanca como la nieve, su Labios quemados de un color rojo sangre -por fin jajaja, por fin!! JAJAJAJAJA al fin lo logre AJAJAJA, ahora la gente podrá ver mi nueva apariencia jajajajajaja, pero creo habrá alguien mas aparte de mi jajajajaja iré por ti mi fiel amiga jajajajaja- La noche llego antes de lo que alguien podría imaginar, Sara se la paso vigilando a distancia a su amiga de la escuela hasta que llego a su casa, ella no se percataba de la presencia de Sara al parecer, ella logro entrar con facilidad, vigilo hasta el momento en que se durmieran todos, entro por la ventana sin hacer ruido que alarmara a su amiga, pero cuando Sara ya estaba por encima de ella se despertó, antes de que ella pudiera dar un grito Sara cubrió su boca con su mano blanca -SHHHHHHHH BE A GOOD GIRL AND GO TO SLEEP

Tras la frase Sara decapito a su amiga tomando una mochila para llevarse la cabeza, pero ella al verse en un espejo de la habitación de dio cuenta de que estaba llorando, tomo nuevamente el cuchillo tallándose un sonrisa de mejilla a mejilla -sabes... yo siempre sonreí a pesar de mi sufrimiento- dijo volteando a ver la mochila que tenia la cabeza de su amiga- vamos, hay mas gente que tiene que irse a dormir jaja-