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sábado, 26 de octubre de 2013

Lamida.


Una niña de 9 años, hija única, de padres de gran influencia, tenía todo lo que hubiese querido y deseado una niña, pero con una soledad incomparable. Sus padres solían salir a fiestas de caridad y reuniones del ámbito político, y la dejaban sola. 

Todo cambió cuando le compraron un cachorro de raza grande, pasaron los años y la niña y el perro se volvieron inseparables. Una noche como cualquier otra, los padres fueron a despedirse de la niña; el perro ya acostumbrado a dormir con la niña, se ponía debajo de la cama.

Los padres se fueron y pronto la niña se sumió en un sueño profundo, aproximadamente a las 2:30 de la madrugada, un fuerte ruido la despertó, eran como rasguños leves y luego más fuertes. Entonces, temerosa, bajó la mano para que el perro la lamiese (era como un código entre ella y el perro) lo hizo y entonces se tranquilizó y durmió otra vez.

Cuando se despertó por la mañana descubrió algo espantoso: En el espejo del tocador había algo escrito con sangre que decía : NO SÓLO LOS PERROS LAMEN.
Entonces dio un grito de terror al ver a su perro brutalmente mutilado en el suelo de su habitación.

Se dice que cuando los padres volvieron estaba totalmente trastornada y solo decía "¿quién me lamió?".

Y la incógnita es: según los que fueron a investigar al cuarto de la niña, dijeron que el perro ya estaba muerto, es decir mutilado en el suelo, desde hace horas. ¿Quién le lamió la mano a la niña debajo de la cama esa noche? 

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