Como todas las mañanas fui a darme un baño, cepillarme los dientes y arreglar mi largo cabello pelirrojo oscuro . La ropa era simple: una larga remera celeste con un lindo corazon, junto con un short, unas medias largas coloridas y unos sapatitos negros; sin olvidar mi moño negro que siempre llevaba en la cabeza y mis pulceras de la suerte. Luego de tomar el desayuno y mi mochila me dirigi hacia la escuela que quedaba a una cuadra de distancia. Mi madre me despidio con un beso en la frente como todos los dias.
Yo era tan feliz, no me preocupaba por los peligros de la vida, como yo era hija unica era la consentida, la malcriada por toda la familia. Llegue a la escuela, me encontre con mis pocas amigas, recuerdo que con ellas siempre jugabamos a la mancha, o a las muñecas. Las clases eran tipicas, nos habian enseñado a sumar y el abecedario. En el recreo, mientras jugaba a las muñecas con Katherine escuchamos un ruido proveniente de la calle, era la sirena de los bomberos. Recuerdo que tambien cuando miramos por la ventana se veia humo, como si algo se estuviese quemando en la siguiente cuadra, ademas de unos gritos. A las 13: 00 HS regrese a mi casa. Cuando vi lo que habia sucedido senti que no podia moverme ni gritar, estaba paralizada. Aquel humo provenia de mi casa, que porcierto ya estaba quemada, los bomberos no habian llegado a tiempo para apagar el fuego. Entre a las ruinas de mi casa y vi lo que me destruyo: los cuerpos de mis padres quemados. Recuerdo haber comenzado a gritar y a pellizcarme rogando que esto solo sea un sueño, pero no fue asi. Mis gritos ayudaron a los bomberos a encontrar los cuerpos. uno de ellos me llevo con mi abuela que no vivia muy cerca que digamos.
Ella me mantuvo 10 meses fingiendo ser mi mamá hasta que fallecio. Nadie mas que yo sabia que habia sucedido con ella, todavia siguen pensando que ella se mudó conmigo a otro pais. Apenas murió yo me fui de la casa, habia cumplido 7 años y me sentia una niña grande que siempre llevaba la misma ropa, habia veces que las madres que pasaban por la calle me miraban y me limpiaban la ropa. Me quisieron adoptar pero cada vez que lo hacian yo me escapaba. No me sentia comoda en casas ajenas, no me sentia como en mi casa.
Paso un mes y yo vivia en la calle con el miedo de toda niña de 7 años recien cumplidos. No tenia abrigo, no tenia familia, no tenia NADA. Solo me tenia a mi misma, yo era mi unica amiga. Comence a caminar por las calles mientras escuchaba el ruido de los bichos nocturnos que fueron interrumpidos por unos gritos de dolor que me hacian recordar al accidente. Me asuste bastante, quise irme lo mas rapido de ahí pero cuando me di cuenta una chica que sostenia un cuchillo estaba detrás mio.
“que haces despierta tan tarde?”.
Me dijo, estaba tan asustada que no podia ni hablar, y ver sangre chorreando de ella no ayudaba en mucho.
“Mira Adrianne! Una nena que no sabe hablar!”
“Ten piedad de ella, Lilith”. Dijo esa tal Adrianne.
“Pff. Bueno, al fin y al cabo es una ñina.”
Recuerdo lo tan asustada que estaba, intentaba hablar, pero lo unico que salia de mi boca eran gemidos.Es ese momento esa tal Adrianne se me acerco, se agacho y me pregunta:
“Niña, por que estas levantada a estas horas?” “Acaso te han abandonado?”
En ese momento pude sacar valor y le respondi que era algo asi.
“Adivino, te has escapado de tu casa?” Yo me quede callada, estaba mas que nada asustada y sorprendida. Asenti con la cabeza.
“Espera aquí.” Me dijo. Ellas se alejaron unos metros y empezaron a hablar. Parecian estar discutiendo, hasta que Adrianne vino y me tomo de la mano.
“Dime, como te llamas?” Pregunto Lilith. Yo le dije que me llamaba Megan. Y eso deribo a una conversacion aburrida y larga…
Yo me dormi en el medio y ellas me acogieron en su casa.
Desde aquel dia ellas fueron quienes me dieron un hogar, comida y cariño. Cuando me quise dar cuenta yo era su pupila, distraia a la gente mientras que ellas atacaban, era el “cebo”. Ellas dos me enseñaron a como defenderme sola si ellas no estaban.
…
Actualmente tengo 8 años, mi mirada ya no causa ternura y siento que no puedo parar de engañar a la gente solo para que lilith y Adrianne puedan divertirse, Es una adiccion. Los dias pasan y puedo sentir la adrenalina corriendo por mis venas. Hay veces que mi maestra Lilith me da miedo, habla sola. En esos momentos me calma Adrianne. No nace en mi engañar a los humanos, pero cuando lo hago una sola vez no puedo tranquilizarme. Espero que nunca nos descubran, esto es bastante divertido.
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