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viernes, 20 de febrero de 2015

Puertas Infinitas


Solo se que corría, no recuerdo el porque o quien me sigue, de vez en cuando miro por encima de mi hombro para ver si esta cerca, sudo frió, y trato de detenerme pero mis piernas no me hacen caso, se controlan solas… A mis costados solo hay puertas, miles, y cada una igual a la otra, son rojo fuego con un cerrojo dorado y números negro que le sobresalen en el centro, Ya estoy cansado, y mis piernas comienzan a flaquear, las puertas son con números mas grandes y se comienzan a dividir en pasillos, decido tomar un descanso y retomar fuerzas, miro la puerta en la cual me apoyo y toco sus números, son fríos y me hacen temblar de pies a cabeza, pegó el oído a la puerta y oigo murmullos, muy leves. Aspiro grandes bocanadas de aire, mi cabeza dice que salga de ahí y mi cuerpo me dice que entre.

-Entra…- susurran movimiento lentamente mi cuerpo.

Siento mi razón huir de mi cuerpo, y este arrastrándome al cerrojo de la puerta, los susurros se detienen y veo sombras y una canción de mi infancia, la reconozco, es la canción es la que cantaba mi mama antes de su muerte, pero esa no es su voz, suena lamentosa y su tono hace tiritar a mis dientes. Esta cerca, puedo sentirlo y debo decidir algo… Abro lentamente la puerta y la cierro tras de mi.

Esta llena de espejos y veo por un momento mi silueta, esta cansada, el cabello sucio y un color negro bordea mis ojos, no dejo de tiritar pues, no lo controlo. La canción se detiene y me siento observado, son muchos yo, pero se que no son yo, me señalan, ¿debería temerme? Uno me agarra con algo que parecen manos solo que se sienten como cierras oxidadas y me arrastra dentro del espejo. Solo es dolor del sub consiente, se que es un sueño me a pasado tantas veces, que, aunque sigue asustándome ya se me es costumbre… Salgo nuevamente al pasillo, pero esto no había pasado siempre despertaba ¿Que ocurre? miro las puertas con números pequeños veo una tenue luz al final, la curiosidad me gana, llego a ella y la contemplo, se que es igual a las otras pero se me es distinta, paso mi mano lentamente por el cerrojo y miro el numero, es como un ocho de costado, ahora siento que hasta mi cuerpo me abandona

-Despierta…- me susurra esta vez pero la puerta me a atrapado, me hipnotiza y giro lentamente el cerrojo un reflejo muy brillante sega mi vista pero sigo avanzando, veo a una chica avanzando que corre desesperadamente, debo advertirle que no siga, hay un libro, toda la información de la niña su padre es un violador

-Espera!- le grito, pero mi voz es distinta, como la de un hombre maduro.

La niña se asusta y corre con mas ganas, comienzo a seguirla pero siempre que estoy a punto de alcanzarla entra a una puerta y se oyen gritos, que casualidad, los mismos que oía antes

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