Ayer éramos dos jóvenes enamorados junto al estanque de flores de loto, viendo caer los pétalos del cerezo sobre la calmada y cristalina agua.
Hoy esos son recuerdos, memorias que van y vienen. Cuando vienen son sonrisas, cuando se van, son llanto…
Ayer éramos dos jóvenes locos, pero locos de la felicidad, felicidad que era estar juntos, que era ser uno para el otro.
Hoy esa felicidad se acaba poco a poco, y cada vez más rápido…
Ayer… ayer tú traías el aroma de los sueños aun por cumplir en tu cabello, y disfrutaba olerlo al despertar y sentir cada beso como una invitación a ser feliz.
Hoy ese olor ya no existe… hoy ya no estás, hoy estoy solo, hoy quiero vivir en el ayer, pero el ayer no existe en ningún lugar más que en mi memoria, y si mi memoria muriera, el ayer también lo haría…
El tiempo se nos va… el tiempo se nos fue… se nos fue Clara…
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