En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de reinserción social donde puedas ir por ti mismo. Cuando llegues al escritorio principal, pregunta por visitar a aquel que se hace llamar The Holder of Vindication. En caso de que los ojos del trabajador rueden hacia atrás y su cuerpo comience a tener espasmos, has venido al lugar correcto. Él aparentemente se hundirá en el suelo. No intentes ayudarlo. Si regresas al escritorio cuando lo hayas perdido de vista, te agarrará de los tobillos y te arrastrará hacia el negro abismo con él. Esta es la línea de defensa del Holder.
Una vez el trabajador haya desaparecido, empuja el escritorio. Debería ser fácil de mover, para tu sorpresa. Bajo él, habrán unas escaleras de rejas oxidadas que conducen a la oscuridad. Síguelas, pero te llevarán más lejos de los que puedes imaginar. En el fondo, el aire olerá pesadamente a sangre. No te sorprendas si tienes problemas respirando el horrible hedor. El salón que te recibirá parecerá estar hecho de piel humana y carne viva. Mientras avanzas, los muros parecerán estar pulsantes y respirar. No toques los muros, pues la más mínima perturbación hará que éstos se cierren sobre ti, aplastándote lentamente. Camina despacio, y mira por donde pisas.
Pronto, llegarás a una puerta oxidada de hierro forjado. Sería cortés el golpear, pero si alguien golpea de vuelta, discúlpate por tu intrusión. Si comienzas a correr ahora, quizá logres llegar a la superficie. Si nada pasa, podrás entrar.
Te encontrarás en una habitación iluminada, y habrán esparcidos allí juguetes y peluches. La normalidad confortante de la escena puede hacer que desees bajar la guardia; no lo hagas. Las cosas no son tan agradable como parecen. No mires muy de cerca los artículos esparcidos. Cada uno de ellos es un juguete que tuviste o querías cuando eras niño. Cada uno tiene cosas sutilmente grotescas que han impulsado a los hombres a la locura. Huesos y tendones se asomarán desde la piel mate de tu peluche favorito. Tu auto de juguete parecerá haber tenido un accidente, con víctimas y todo. No, es mejor que no des más que una simple pasada con tu mirada, pues el Holder viene. Se materializará de la nada, pareciendo se un niño sosteniendo un palo como si fuera una espada. Comenzará a jugar contigo. No trates de detener su supuesta espada, pues fácilmente podría cortarte a la mitad. Sólo una pregunta frenará sus ataques: ¿Cómo podremos defendernos contra Ellos? El Holder se detendrá y te mirará por un momento, antes de reírse maliciosamente.
Mientras lo miras, se disolverá hasta polvo. Dejará sólo sus ojos y su palo, el cual se convertirá en una espada real. Déjala, no es para ti. Sus ojos estarán hechos de vidrio, con niebla arremolinándose alrededor dentro. Uno de ellos te protegerá de la ceguera, mientras el otro lo hará incluso de los horrores que los Holders te presenten; pero con cada ojo que tomes, deberás abandonar uno de los tuyos. Puesto que ya no estarán conectados contigo, el Holder los usará para observarte.
Los ojos son el Objeto 281 de 538. Desde el Otro Lado, Ellos siguen tu búsqueda. A veces te animan, otras…
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