Con tus manos sobre tus oídos, sigue al trabajador hacia un pasillo polvoriento. No trates de escuchar el sonido que aún se reproduce. Ignóralo lo mejor que puedas, no importa que tan fascinante parezca. Mantén tus manos sobre tus oídos hasta que el trabajador se quite las suyas, diciéndote que es seguro que lo hagas. Te llevará ante una puerta que dirige a un muro en decadencia.
La criatura dentro de la habitación no será como nada que hayas visto antes en tu vida, incluso si has iniciado tu búsqueda por los Objetos hace ya mucho tiempo. Deja otra vez las manos sobre tus oídos y grita tan fuerte como puedas: ¿Qué resuena con Ellos?
La criatura se volverá hacia ti e intentará quitar las manos de tus oídos. No permitas que su sonido toque tus oídos, o entenderás por qué no puedes reconocer su forma. No importa cuanto forcejee la criatura, mantén las manos sobre tus oídos, porque estará gruñendo y gimiendo para tratar de forzarlas. Sin importar cuanto tiempo tome, mantenlas firmemente allí hasta que la criatura se canse. Si incluso una de tus manos es descolocada de su lugar, el sonido alcanzará tus oídos, pasando por tu martillo y yunque y, finalmente, dejando su huella permanentemente en tu cerebro.
Si la criatura se cansa, comenzará a hablar. Ahora podrás concentrarte en lo que diga, pero no quites las manos mientras lo hace. Te contará cómo y por qué se siente que los Objetos vinieron juntos, junto con las horribles historias sobre lo que hicieron cuando fueron uno. Una vez termine, te preguntará por que lo salves, lo dejes vivir y ser libre una vez más. No le concedas su libertad, pues está allí por una razón. En su lugar, con tus manos desnudas, deberás reducirla a pedazos. Gritará horriblemente, debilitado por una fuerza física que lo destruye. Si eres distraído aunque sea un poco de lo que estás haciendo, estarás condenado a ser un pedazo de esa criatura. No sientas compasión por lo que has hecho, no querrás que sus pedazos te perciban débil. Deberás dejarlo más allá de una posible reparación, o las piezas volverán a la vida y te asimilarán en su próxima forma.
Si tienes éxito, las piezas de la criatura estarán esparcidas por todo el piso, con un diapasón yaciendo en una de ellas.
El sonido que se reproduce cuando golpeas el diapasón es el Objeto 290 de 538. Nunca podrás igualar su tono.
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