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viernes, 27 de septiembre de 2013

“Ojos”- por felipowen.


Fue realmente una pesadilla.
Tengo 31 años. Mi vida cambio completamente hace ahora justamente dos años.
Mi vida transcurría con una rutina diaria. El trabajo me ocupaba todo el día, donde mi personalidad cambiaba, sin motivos aparentes, causados por unos sueños que conseguía recordar vagamente, extraños, terroríficos, sin sentido, pero con el tiempo me di cuenta que fueron una advertencia de lo que me iba a suceder, todo tendría una explicación macabra.
Los sueños eran cortos, intensos, observaba a la gente, a sus ojos. Mi visión se desvanecía en la oscuridad, después veía una luz cegadora, de donde surgían ojos, ojos de todos los colores, verdes, azules, marrones, negros.
Durante días, sin ninguna explicación, cuando paseaba por la calle miraba a los ojos de la gente.

Los sueños me trasportaban a una gran ciudad, en el año 1805, soñaba siempre el primer miércoles de cada mes.
Me despertaba sudando, asustado, con una sensación extraña en mi cuerpo.
Mi cara reflejaba un temor absurdo hacia un sueño, que se iba convirtiendo en una pesadilla.
Las pesadillas de los miércoles, se hacían largas, trasformándose en hechos casi reales, pero inciertos.
Llego inesperadamente la noche mientras paseaba por la gran ciudad, buscando al azar una persona.
Le seguía al acecho, con una naturalidad fría y calculadora. En la parte de atrás de mi pantalón llevaba un cuchillo, esperaba un momento oportuno.
Se dio cuenta de mi presencia, en ese momento le llame, y le dije mientras me acercaba hacia el: -oiga me podría indicar una dirección. Cuando llegue a su altura, saque el cuchillo y sentí en mi propia piel como desgarra la carne hasta llegar a mi puño, saque el cuchillo y le volví apuñalar, fue ese terrible momento cuando la victima emitió un grito agonizante, y sus ojos sorprendidos llenos de dolor, me miraron. Me desperté atemorizado del sueño, mi corazón se quería escapar de mi cuerpo, mis ojos abiertos de par en par, buscando por la habitación a la victima, mirando mis manos, buscando cualquier indicio de lo que me había pasado.

Era real estoy seguro, era yo, mis sentimientos confusos se mezclaban entre el sueño y mi habitación. Esa noche no pegue ojo.
Los días transcurrían tranquilos, pero mi cabeza instintivamente quería que llegase el miércoles, pero yo le temía, me estaba ocurriendo algo muy extraño.
El siguiente miércoles, me quede en el sofá dormido.
La luz de la luna reflejaban las calles mojadas por la lluvia. Apenas había nadie por la calle, a lo lejos vi un chico joven que corría hacia mi, mire a todos los lados. Ese era el momento.
-Perdona, le grite. Se paro en seco. Observe sus ojos, mientras me acercaba hacia el. No le di tiempo a reaccionar, le puse la mano en el hombro, saque el cuchillo y se lo hundí con todas mis fuerzas en el estomago. El chaval intento escapar con un aliento de vida, pero solo dio dos pasos hacia atrás y se desplomo en el suelo.
Me miraba sin vida, me arrodille, introduje mis dedos en el ojo izquierdo, puse los dos dedos en forma de gancho y de un tirón lo saque, con el derecho hice lo mismo. Me los puse en mi mano, los mire, todavía seguían calientes y me observaban, eran bonitos…Los envolví en un pañuelo y me los me ti en la chaqueta.
Cuando desperté, mi rostro todavía recordaba la mirada del chico, me mire las manos. Mi cara se volvió pálida como la luna.
Mis manos estaban manchadas de un rojo vivo, mi corazón se detuvo un segundo.
No podía creer lo que veía, estuve paralizado durante dos minutos, intentando reflexionar sobre el sueño y la realidad.
Ese día no fui a trabajar. Me mantuve todo el día ocupado dentro de mi cabeza, preguntándome a mis pensamientos, que es lo que me estaba sucediendo.
El miércoles siguiente, intente no dormir. Pero fue en vano, porque me sucedió lo mismo, pero estando despierto.
Me traslade al año 1805 en la gran ciudad. Mi instinto hacia cosas que yo no quería, pero era yo.
Esa noche mate a una mujer, con unos ojos azules preciosos.

La sangre se derramaba entre mis dedos. Los envolví en un pañuelo.
Me fui tranquilamente, hacia algún lugar, estuve caminado media hora.
Llegue a una casa en el centro de la ciudad, abrí la puerta y me dirigí hacia un armario, lo desplace apareció una puerta, entre, era una habitación muy pequeña, con un estantería con unos frascos de cristal.
Saque los ojos del pañuelo, los limpie y los introduje en un frasco con un liquido en el interior.
Volví a mi siglo. Ya en mi habitación me limpie las manos…..
Busque información durante meses, sobre mi terrorífica maldición. Pero no encontraba nada, que me pudiera ayudar o que me dijera lo que me estaba pasando. Estaba desesperado, deje mi trabajo y me dedique solo a mí. Mientas, todas las noches del primer miércoles de cada mes, transcurrían con un asesinato y posteriormente me llevaba los ojos, a mi colección particular.
Un día de casualidad en Internet, encontré algo que me dio un suspiro, a mi desecha vida.
Era un escrito de un hombre del 1910. Este supuesto señor dice que se reencarno en un asesino en serie del 1712, donde le trasportaba a ese año cometía un crimen y volvía a su vida normal. Estuvo 5 años, hasta descubrió que para que dejara de sucederle estos extraños acontecimientos, tuvo que dejar de matar durante un día.
Pero no explicaba como lo hizo….
Me estaba reencarnado en un asesino en serie.
El miércoles antes de que anocheciera, me ate las manos y los pies. Y espere……
Me dormí….
Furioso y maniatado dando golpes a los muebles, chillando. No sabía lo que me estaba pasando. Estaba furioso, con una rabia interior que me destrozaba mi mente, mis pensamientos se mezclaban con mi personalidad y la del asesino. La impotencia de no matar se prolongo durante toda la noche.
Mi identidad iba cambiando según pasaban las horas, los recuerdos de mi trabajo, mi vida pasaban y se mezclaban con la vida del asesino, estábamos disputando nuestra mente y nuestra vida.
Agotado de forzarme contra mi mismo, me acurruqué en una esquina de la habitación y cerré los ojos.
Cuando desperté era yo. Pero estaba en el año 1805.
Deje pasar unos días sin salir de esa casa oscura y maldita.
No regresaba.
Decidí quemar la casa. Y emprender una nueva vida, ya que pasaban los miércoles y mi instinto asesino desapareció por completo.
Prefiero vivir aquí a lo que estaba pasando allí en el año 2005.
Conocí a una mujer bellísima, creo estar enamorado. Pero lo que mas me atrae, y absorbe de ella son sus atrayentes OJOS azules…………………..

12 DICIEMBRE 1805

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