No abras los ojos en ningún momento, incluso pestañear resultará en el endurecimiento del suelo y quedarás para siempre encerrado en la Tierra. En su lugar, contén la respiración y cuenta hasta diez, y sentirás que te detienes a un ritmo gradual. Cuando termines de contar, tus pies llegarán a suelo sólido, y podrás abrir tus ojos. Estarás en un nuevo claro con el suelo sucio y grandes pilares de piedra, perfectos aun pareciendo naturalmente formados, rodeándote en un anillo. Más allá sólo hay oscuridad, y desde ésta oirás un murmullo casi inaudible. No importa lo cerca que estés de los pilares, la oscuridad no se apartará, los murmullos no se harán más fuertes, ni verás qué cosa hace esos sonidos. Cruza la zona delimitada por los pilares, y la oscuridad te alcanzará y encerrará, y serás parte de la masa invisible y sin mente que buscaste previamente. Nunca serás liberado.
En caso de que permanezcas en el límite de los pilares te darás cuenta de una campana en el suelo. Hazla sonar, y de forma repentina sentirás que el suelo comienza a temblar. La campana se disolverá en una ominosa aura verde la cual flotará como una nube. Respira en ella, y pronto el suelo bajo tus pies se agrietará y romperá. Mientras más se desmorone la tierra, más sentirás tu vida siendo drenada. Tus ojos te dolerán y se hundirán, tu piel se volverá pálida y colgará debido al deterioro de tus músculos, y sentirás como si fueras a morir en cualquier momento. Resiste la tentación de caer con todas tus fuerzas y mantente de pie, y un gran esqueleto de quince veces tu tamaño irrumpirá a tu alrededor. Sus manos descansarán en el suelo a cada lado de ti, y su enorme cráneo se cierne sobre tu cabeza, mirando hacia abajo, con las llamas verdes y ardientes en lo profundo de sus cuencas vacías.
A través de tu debilitado estado verás que sólo tienes fuerza para un simple pedido, y sólo hay una respuesta que el esqueleto pueda darte: ¿Moriré aquí?
Si lo hiciste incorrectamente, aunque intentes corregirte, causará que tu cuerpo colapse inmediatamente y seas consumido por la oscuridad. Si haces la pregunta correctamente, los ojos del esqueleto brillarán, cegándote, y tu mente estará llena de macabras y resonantes voces. Te atormentarán por sólo escucharlas, socavando los restos de tu fuerza hasta que se sienta como si fuera imposible permanecer de pie. Te contarán una larga historia sobre un hombre que encontró una vez un antiguo collar hecho de oro y huesos pequeños. Cada vez que él iba en la dirección correcta, la cadena se hacía más larga, y cada vez que cometía un error, uno de los huesos se caía. Eventualmente, luego de años de búsqueda, el collar lo guió hacia las catacumbas de un antiguo cementerio en las profundidades de un bosque olvidado. Cuando entró, la cadena comenzó a sucumbir, permitiendo a los huesos caer al piso y regresar a los cuerpos a los que pertenecían. Al final del salón había un único ataúd. Allí yacen los restos de un rey sin cabeza. Sólo un hueso quedaba, y ése era su cráneo. Cuando él lo dejó en el ataúd, el cráneo creció a su tamaño normal y regresó a sus restos. El ataúd luego fue consumido por un fuego muy caliente para ser natural, y una vez todo se aclaró sólo quedaron cenizas de los huesos. Junto a ellos había una vieja y agrietada campana.
Si has permanecido firme a través de cada detalle agotador de la historia, el aura de la campana finalmente será expelida y entrampará al esqueleto, encendiéndolo en llamas verdes. Los huesos de El Grande se disolverán en cenizas negras y caerán ante ti. En la pila habrá un pequeño collar de oro perfecto y pequeños huesos. Póntelo, y caerás en un profundo sueño en donde dormirás durante todo un año. Despertarás en tu cama, sintiéndote con más salud que nunca antes. Mientras lleves ese collar, nunca te sentirás enfermo o fatigado, pero si te lo quitas, cada pizca de enfermedad y cansancio que haya sido anulado por el collar regresará, y el Objeto desaparecerá.
Uno de los huesos que componen ese collar es el Objeto 277 de 538. Retira uno, y los quitarás todos.
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