En el techo habrá un número. Recuérdalo, tendrá nueve dígitos. No tendrás mucho tiempo para esto, porque algo frío se estará envolviendo alrededor de tu garganta. No quites tu mirada de los números en el techo, o te verás frente a frente con el horror que seguramente te volverá loco cuando lo veas.
Luego de perder la consciencia, despertarás en una cama en tu hogar (o lo que sea que en ese momento sea tu hogar) sin ningún recuerdo de haber ido a la institución. No te muevas. No busques tu habitación. Pon borrosa tu visión y no prestes atención a nada. Los rostros mutilados de demonios y criaturas se esconden en cada esquina, en cada puerta, y están esperando a que los veas.
Algo está acostado en la cama contigo. Será pequeño, no más grande que un gato, pero pesado. Y se está moviendo hacia tu cara. No lo mires directamente, sólo mira algún muro en la periferia de tu visión. Sé advertido, incluso enfocarte en la sombra de la criatura te hará caer en la demencia con sólo una mirada.
Cuando empiece a susurrar cosas en tu oído, interrúmpelo con esta pregunta: ¿Qué iluminará mi camino? Si no fuiste lo suficientemente rápido, te susurrará en una voz enfermiza y húmeda cada lugar donde te haya visto en toda tu vida. Mientras te revela los lugares donde has sido visto, recordarás los rostros en las esquinas oscuras y ojos escondidos que hayas ignorado, y todo esto te hará enloquecer de horror.
Si fuiste rápido, lo que comenzó como un susurro se convertirá en un grito sobrenatural en tu oído. Si no te inmutó su voz, estarás sentado al otro lado de una mujer sonriendo en una silla de madera con una pequeña mesa entre los dos. Su cuerpo es normal y estará envuelto en una bata blanca, pero su rostro es estrecho y distorsionado. Su ojos sobresalen del tamaño de pelotas de béisbol, y su sonrisa será del tamaño de tu antebrazo, mostrando un antinatural número de dientes. Su cabeza será del tamaño de una pelota de playa.
Habrá una vela en la mesa. Debes decirle a ella el número si aún puedes recordarlo. Fallar en esto resultará en que ella abrirá su boca y mientras estás inmóvil, lentamente te arrancará la cabeza de una mordida, y sobrevivirás siendo tragado y lentamente digerido hasta la muerte. Sin embargo, si lo haces bien, ella no mostrará señal alguna, pero estará sentada, complacida, cuando tomes la vela y te marches. Sus ojos te seguirán.
Si prendes la vela, una imagen danzará en su llama y su luz iluminará hasta la más oscura de las sombras.
La vela es el Objeto 284 de 538. Nunca eches un vistazo a la imagen, o sus ojos crecerán anchos… y una sonrisa se extenderá por todo tu rostro.
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