Entra por la puerta. Te encontrarás en el almacén vacío. El aire estará viciado y sofocante, casi insoportablemente caliente. Una a una, las lámparas colgantes que iluminan el edificio comenzarán a encenderse. Cierra tus ojos, y no los abras hasta que el sonido zumbante que escuchaste se eleve a un nivel casi ensordecedor. Cuando los abras, estarás en una gran colmena. Una luz azulada anormal pulsará de los extraños brotes que te rodean. El calor ha aumentado aún más, y el aire será tan espeso que la respiración se hará muy dificultosa. Mantente perfectamente quieto y no entres en pánico. Necesitarás estar calmo para el siguiente paso.
Uno a uno, insectos de un enjambre comenzarán a aproximarse. Lentos al principio, pero luego sus números crecerán hasta convertirse en una alfombra viva y vasta en el suelo. Los insectos te rodearán y cubrirán tu cuerpo; debes permitírselo. Si haces daño a uno, incluso ahuyentarlo, todos los demás te morderán y picarán, y no se detendrán hasta que no seas más que un montón de huesos frágiles que se hagan polvo ante el toque más ligero. Permanece quieto hasta que la alfombra de insectos te cubra la cara. Deberás cerrar tus ojos una vez más y déjate envolver por el enjambre.
Eventualmente, si has estado completamente estoico, sentirás a los insectos arrastrarse fuera de tu cuerpo. Mantén los ojos cerrados hasta que el último te haya dejado. Ya no necesitas temer a sus pequeños. Ella está aquí y su furia será inconmesurable si te atrapa hiriendo a alguno de sus hijos. Abre los ojos y ante ti debería estar una extraña criatura. Parecerá ser una amalgama de varios tipos de insectos en un cuerpo femenino de terrorífica y extraña belleza. Deberás bajar la mirada, pues la Reina exige respeto. Ella se acercará a ti lentamente y deberás arrodillarte, pues la Reina demanda sumisión. Si fallas en darle su debido respeto, sus mandíbulas te romperán en pedazos brevemente. Si has dado tus respetos correctamente, ahora puedes levantarte y hacerle una sola pregunta.
La única pregunta que podrás hacer con seguridad es: ¿Qué es la alegría y el horror de su unidad?
La Reina te contará, en agonizantes detalles cada hermoso júbilo y terrible horror en Su unión original. Conocerás la gloria y el terror de su estado unificado. Muchos caen irremediablemente en la locura ante esta revelación. No te conviertas en una más de estas pobres almas, condenados a alimentar las incontables generaciones de su prole.
Si puedes soportar su respuesta, ella te preguntará: “¿Permitirás Su unidad?”
Deberás responder: Seremos uno.
La Reina se acercará a tu rostro, de sus mandíbulas brotará un extraño líquido amarillo. Arrodíllate ante ella y extiende tu mano, con la palma abierta y hacia ella. Sentirás tus manos llenarse del pegajoso fluido. Cierra tus manos fuertemente, así como también tus ojos. Esta vez los insectos arremeterán contra ti, devorándote lenta y dolorosamente hasta la última partícula.
Despertarás en el almacén, justo en el momento en que la última luz se encendió, y ahora podrás abrir tu mano. Allí estará un pedazo de ámbar de tamaño de una palma.
El ámbar es el Objeto 328 de 538. Ningún enjambre de insectos te hará daño ahora. Sólo tú puedes decidir ahora si habrá alegría o terror en Su unidad.
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